La trilogía de la escritora estadounidense Suzanne Collins, como ha ocurrido en otras ocasiones, tuvo un extra en el cine, porque el libro final se dividió y estiró un fenómeno millonario.
La industria, como es lógico, quiere exprimir la gallina de los huevos de oro, prolongar su cogote elástico y así extender el capítulo del cierre con los inventos de la parte 1 y la 2.
La saga "Los juegos del hambre" partió el 2012 y se extenderá hasta el próximo año, donde el total de cuatro películas implica vida artificial, ventiladores mecánicos y el último desenchufa el invento.
"Los juegos del hambre: Sinsajo-Parte 1" es la sala de espera de lo que viene y de lo que importa.
Un desenlace global.
Ocurre en un Estados Unidos del futuro que se llama Panem. Ahí se resuelve una guerra y la revolución, entre un pueblo en armas liderado por Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), cuyo símbolo libertario es un pájaro Sinsajo, y el Presidente Snow (Donald Sutherland), un dictador con recursos y sin escrúpulos.
Y el otro es íntimo y romántico.
La heroína deberá elegir entre dos amores intermitentes. Uno es Gale (Liam Hemsworth), un novio histórico que viene de la niñez, y el otro es Peeta (Josh Hutcherson), que era contrincante, fue amigo, falso pololo y ahora no está segura.
La cita y la hora para la consulta y la resolución es para el próximo jueves 19 de noviembre del 2015, que es cuando se estrena la Parte 2.
Lo de ahora es la antesala y lo que existe dentro de una pieza donde se mata el tiempo. Largos minutos de aburrimiento porque en realidad no hay nada que hacer, solo esperar y pensar tonterías o entretenerse con lo que haya a mano.
Alguna nostalgia, tampoco demasiada, de la vida pasada por Katniss en el Distrito 13.
Detenerse en cuestiones antojadizas e ínfimas: un gato regalón se escapa, hay que atraparlo y correr con el minino en brazos antes que caigan las bombas. No es mucho, pero así se hace tiempo.
En estos momentos, eso sí, los actores secundarios pueden desarrollar sus intrigas secundarias y hacer más llevadera la espera. Generalmente aportan una fraseología fría y cínica sobre el poder y su ejercicio. En este ámbito, el personaje de Plutarco (Philip Seymour Hoffman) lleva las de ganar.
También existen diversos apuntes con lo más sugerente de la saga. Son brotes de cultura popular, pinchazos de Wikipedia: la corte de Snow es la de Versalles, es la "Metrópolis" de Fritz Lang, son los ajusticiados por el fundamentalismo islámico o son los escondites subterráneos de Ana Frank y familia.
Y es una estética y un discurso que mezcla moda e idolatría con movimientos de masas y revuelta política, para que todo se traduzca en cortos publicitarios, márketing, campañas y consumo.
Por último y como prevención hay que repetir que en una sala de espera, por esto de matar el tiempo, se piensan demasiadas cosas. Y la mayoría son tonterías.
"The hunger games. Mockingjay-Part 1". EE.UU., 2014. Director: Francis Lawrence. Con: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth. 123 minutos. T.E. + 7.