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Cartas
Sábado 01 de noviembre de 2014
La semana negra del Gobierno en delincuencia
Tres millonarios robos a camiones de valores en cinco días, delito que en los primeros 10 meses del año ya entregó más de 10 mil millones de pesos al crimen organizado; un nuevo ataque en La Araucanía, que dejó a un carabinero gravemente herido, y un alza histórica en la victimización dada a conocer por Paz Ciudadana terminaron por configurar la semana más negra del Gobierno en delincuencia.
Peor aún, las explicaciones y señales entregadas por las autoridades del Ministerio del Interior y Seguridad Pública son, a lo menos, preocupantes: se dijo que mirarían las cifras con mucho detalle y detención; se improvisó en un par de horas un protocolo que como gran solución incluye sumar un guardia para prevenir los ataques al transporte de valores, y que pondrán la "pata" en el acelerador en su programa.
Todo lo anterior es fruto de la soberbia y la retroexcavadora con la que llegaron el 11 de marzo, apuntando con el dedo a quienes había que expulsar porque venían del gobierno del Presidente Piñera. Esto significó dejar acéfalos precisamente aquellos programas que demostraron avances sustantivos en el combate a la delincuencia.
Bajo el pretexto de que estudiarían cada uno de los programas, tomaron la decisión de neutralizarlos e incluso auditarlos para tener un argumento que justificará su cierre. Es lo que se conoce como parálisis por análisis. Señal que la delincuencia percibe y recibe con entusiasmo.
Si bien las autoridades adelantaron esta semana que acelerarán la implementación de su estrategia que apunta hacia la prevención de delitos, estas, aunque correctas, son de efectos a largo plazo. En ningún caso se puede dejar de trabajar en paralelo en el control y en la persecución penal de los delincuentes.
Por ello es que hemos defendido con mucha decisión el Sistema Táctico de Análisis del Delito (STAD), en donde mensualmente cada comisario frente a la autoridad de gobierno, alcalde, fiscales, etc., realiza un análisis de las tácticas policiales para reducir los delitos. Mejor aún, es la instancia donde se produce una coordinación entre las unidades operativas y las unidades especializadas de drogas, investigación, búsqueda de vehículos, etc., para identificar patrones delictuales y definir las tácticas a implementar. Además, pone en evidencia aquellos factores que facilitan la ocurrencia de delitos, pero que su solución depende también de otras instancias: sitios eriazos, mala iluminación o un número indiscriminado de patentes de alcohol (alcaldes); locales nocturnos que generan desorden e incivilidades (Gobierno Regional y privados), etc. Estamos frente a un verdadero sistema de control de gestión que sitúa a Carabineros a nivel mundial en el combate a la delincuencia.
Complementario al STAD, es crucial trabajar en la persecución penal. Es por ello que, tras muchos intentos en los últimos 20 años, logramos avanzar en un Banco Unificado de Datos (BUD), plataforma que busca compartir la información de todas las instituciones relacionadas con la persecución criminal.
¿Cómo no va a ser importante que durante la audiencia de control de detención el juez tenga a la vista el historial policial de un imputado para tomar una decisión más y mejor informada? ¿Cómo se podría cuestionar la utilidad que tiene para Carabineros contar con información de Gendarmería, del Ministerio Público, Registro Civil, o la PDI, a la hora de hacer un control de identidad?
Durante la administración anterior, el BUD quedó diseñado y financiado, por lo tanto solo falta la voluntad política de implementarlo de una vez por todas, posicionando a Chile en un grupo muy selecto de países que han logrado disminuir sostenidamente la delincuencia.
Una semana negra en delincuencia es también una oportunidad para hacer las correcciones necesarias, porque no olvidemos que detrás de los fríos números hay personas que están sufriendo y viendo afectada su calidad de vida.
Cristóbal Lira
Ex subsecretario de Prevención del Delito