Lo que pasa hoy en el vino chileno no había ocurrido nunca. De pronto, en cosa de algunos años, el abanico de viñas se ha abierto de tal forma que cuesta seguirle el ritmo a todo lo nuevo que aparece. Y casi todo eso que aparece es pequeño, de algunos miles de botellas; proyectos que no tienen en mente -al menos por el momento- generar grandes ganancias, sino que más bien satisfacer una necesidad personal.

Esta tendencia va en contra de la idea del vino chileno como "industria", algo que nos separaba de todas las demás escenas vitícolas del Nuevo Mundo. Mientras en otros países como Australia, Nueva Zelandia o Argentina, existen equivalentes a viñas tan grandes como Concha y Toro o Santa Carolina, también hay espacio para proyectos mucho más pequeños que, al final del día, son los que les dan vida, los que nos recuerdan que el vino no solo puede ser un asunto de producir millones y millones de litros. En Chile, por mucho tiempo, no hubo ese espacio. O si lo hubo, su presencia en el mercado era escasa o nula. Hoy, eso cambia.

Y el cambio viene, principalmente, de la mano de gente ligada al vino, sobre todo de enólogos. Pero también hay gerentes de viñas, viticultores, y finalmente profesionales de otras áreas que ven en el vino una forma de diversificar sus intereses o de buscar, en un futuro, una fuente de ingresos. Por ejemplo, la viña de la familia Schwarzenberg en Talagante. Esta viña, del mismo nombre, tiene apenas dos hectáreas y la meta de sus dueños es lograr que la venta de sus botellas les cubra la educación de sus hijos. Tienen cinco.

Bisogno

Vino destacado: Bisogno Mezcla Tinta 2012 ($12.990)

Esta es una pequeña viña proyectada por un grupo de enólogos, comandados por Diego Morales. De su primer y único vino hasta ahora, hicieron 2 mil botellas.

Chequenlemu

Vino destacado: Chequenlemu Brisa Sauvignon Blanc 2014 ($8.500)

Hay una tendencia a explotar la cordillera de Curicó. En este caso, se trata de un viñedo plantado hace 20 años en Los Niches. Además de este sauvignon, Chequenlemu produce pinot noir.

Fatto a Mano

Vino destacado: Fatto a Mano Syrah 2009 ($12.000)

Otro proyecto estrictamente familiar, esta vez del enólogo Camilo Viani. Son dos barricas de un vino que hace con sus hijos y su mujer, literalmente "a mano".

La Recova

Vino destacado: La Recova Sauvignon Blanc 2014 ($8.990)

El brasileño David Giacomini tiene unas cinco hectáreas de viñedos en la zona de Las Dichas, una de las más costeras en Casablanca. Su idea es dedicarse exclusivamente al sauvignon blanc.

Laurent

Vino destacado: Zaphir mezcla tinta 2013 ($9.000)

El francés Damien Laurent y su mujer, Lorena, vivieron en Burdeos y en 2008 llegaron a Talagante para armar su propia viña. El proyecto va bien, y el afrutado y fresco Zaphir es la mejor prueba.

Maturana Wines

Vino destacado: Maturana Mezcla Tinta 2012 ($19.990)

El ex enólogo de Casa Silva, José Ignacio Maturana, junto a su padre ha ideado esta pequeña viña y tiene este único vino, mezcla de carmenère y cabernet sauvignon. De él hicieron algo más de 3 mil botellas.