Ay qué buena es esta taquería. Pequeñita y cumplidora, limpiecita y bien atendida, ubicada en Bellavista casi esquina Pío Nono. Se llama Los Miserables y tiene una oferta muy mexicana y no tex mex. Desde desayunos levantadores (abren a las 10 am), hasta detalles como postres poco comunes y un agua de horchata de sabor rústico y exquisito ($590 el vaso de medio litro).
Las tortillas son de fabricación local, un poquito más gorditas que las que se encuentran en DF. Las clásicas de maíz, igualitas a las clásicas urbi et orbe.
Los precios son más que convenientes, por lo que llevarse una orden generosa al hogar, para matarla con micheladas y caballitos de tequila también es una opción. Al ser un sitio pequeño con barras y pocas sillas, es más al paso que para comer con calma. Y los sabores no están nada de mal.
Por ejemplo, unos chilaquiles con pollo deshebrado, porotos y queso, a $2.990. O uno de sus tacos con más identidad, uno de lengua en salsa verde ($1.790). ¿Baratos? Pues sí. Como un taco al pastor, con su chanchito al achiote y piña, a $1.990, y uno de la variedad vegetariana, en este caso con rajas de pimentón a la crema, a $1.490. Menos mex, pero más llenadoras, unas papas fritas con carne, porotos negros, arvejitas y salsa, como para dos: papas Miserables, a $3.490.
Suma y sigue: cuatro flautas (la tortilla de maíz endurecida y rellena), con ensalada de lechuga y crema, $2.490. Recomendable también la porción de cebolla asada (es cebolla, no cebollín) con jalapeño, a $500, para terminar con tacos de chorizo y papa ($1.490) y uno de tinga de pollo, a $1.490.
Hay molletes -pan con puré de porotos y queso-, sincronizadas y huaraches. Es claramente una apuesta a lo vernáculo y no a lo adaptado. Puede que el guacamole esté muy licuado, pero las salsas picantes sí que están picantes. Los cubiertos son de plástico, pero también la atención es en extremo gentil. Y los precios, una ganga (perdón por lo insistente en el tema). Todo lo descrito sumó menos de $20.000, y cumplió -sin problema- para un almuerzo con cuatro comensales hambrientos (sin los chilaquiles, que fueron para matar la espera).
Bellavista 014, 2 27352936.