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Cartas
Sábado 25 de octubre de 2014
¿Por qué cerrarán los colegios?
Los suscritos representamos a instituciones sostenedoras de colegios particulares subvencionados que funcionan en sectores vulnerables desde hace más de 50 años. Gracias al cariño y esfuerzo incansable de muchos, nuestras comunidades son referentes nacionales en materia de calidad de educación. Según un listado publicado en la prensa durante la semana, la Escuela N° 74 Francisco Ramírez, de San Ramón, ocupa el primer lugar nacional en la prueba Simce 2013 del país en cuarto básico, promediando lenguaje y matemáticas. Superó a todos los colegios municipales, subvencionados y, también, particulares pagados del país. Por su parte, el Colegio Fernando de Aragón, de Puente Alto, ocupa el segundo lugar nacional entre los colegios subvencionados.
Hacemos presente al Gobierno y a todos los parlamentarios que de aprobarse el proyecto de reforma educacional en los términos en que fue despachado por la Cámara de Diputados, es completamente cierto que el riesgo de cierre masivo de colegios particulares subvencionados será real y efectivo. ¿Por qué?
1. Porque al restringir taxativamente los ítems educativos que impone, la reforma transforma subrepticiamente a los colegios subvencionados en operadores educativos del Estado, limitando de hecho la libertad creativa de los diversos proyectos educativos. Se desprecia así la elección singularizada de los padres. Tanto es así, que en los últimos días el Ministerio de Educación ha convocado a "jornadas de reflexión" con el propósito de revisar y estandarizar los proyectos educativos.
2. Porque, so pretexto de eliminar la selección, desprecia la instancia de conocimiento inicial entre el colegio y los padres, en cuyo contexto se genera la verdadera decisión acerca de suscribir o no el proyecto educativo. La experiencia indica que la adhesión material y efectiva a un proyecto no funciona por internet.
3. Porque se rechazó la indicación que buscaba garantizar la igualdad de financiamiento para todos los alumnos, sin importar si estudiaban en establecimientos subvencionados o municipales. O sea, crea alumnos clase "A" y clase "B" en materia de financiamiento estatal. Ya actualmente los colegios municipales reciben más recursos estatales que los subvencionados, brecha discriminatoria que seguirá aumentando.
4. Porque el mecanismo forzado de "traspaso de la calidad de sostenedor" (a la fundación que obliga constituir) desconoce el bien intangible asociado a las diversas instituciones educativas, integrado, entre otras cosas, por la trayectoria, confianza, prestigio, respaldo de los padres, equipo humano, y excelencia académica.
5. Porque exige concentrar la propiedad de los inmuebles en la corporación que obliga a constituir. Además de afectar contratos en curso, dicha exigencia fuerza a los dueños de los respectivos inmuebles a desprenderse de bienes propios bajo condiciones que les son inaceptables.
6. Porque al eliminarse completamente la posibilidad de recibir utilidades, muchos establecimientos no podrán hacer frente a las deudas que legítimamente contrajeron para desarrollar sus diversos proyectos.
7. Porque planea reajustar la subvención bajo una unidad inferior a la usada para reajustar el sueldo de los profesores. Ello, evidentemente, implicará un empobrecimiento progresivo de las comunidades escolares.
8. Porque el proyecto y sus impulsores han instalado un clima extraordinariamente hostil en contra de los colegios subvencionados. No es aceptable desarrollar una actividad digna, decente y de evidente utilidad pública bajo un contexto de ostensible animadversión estatal.
¿Qué es lo más grave de todo esto? Que un cierre masivo de colegios sacrificaría el futuro de los alumnos de los muchos buenos colegios subvencionados que no puedan costear un colegio particular privado -como a los que, sin duda, asisten los ideólogos de la reforma- y que no encuentran en la educación municipal una alternativa siquiera cercana a la que hoy poseen, eligieron y quieren.
Si el foco de los señores parlamentarios es efectivamente la calidad de la educación, es extraordinariamente urgente dejar las consignas ideológicas a un lado e introducir responsabilidad y sensatez a la discusión, lo que esperamos ocurra en el Senado.
Rodrigo Giannetti
Escuela N° 74 Francisco Ramírez, San Ramón
Alejandro Hasbun
Colegio Fernando de Aragón, Puente Alto