W. Díaz, P. Yévenez y M. Toro

A partir de las 15 horas de ayer, con la presencia de ocho ministros y tras cuatro horas de debate, la Cámara de Diputados comenzó a sufragar el proyecto que pone fin al lucro, el copago y la selección en la educación escolar. El parlamentario Giorgio Jackson (Revolución Democrática) se tomó la cabeza con ambas manos minutos después, cuando miró el resultado de una de las votaciones a través de las pantallas del hemiciclo. La indicación que establecía la pena de cárcel para quienes lucren con fondos públicos había naufragado, con el apoyo de la Alianza y parte de la Nueva Mayoría.

La iniciativa no formaba parte del proyecto del Gobierno, pero había sido añadida por parlamentarios oficialistas durante su tramitación en la comisión de Educación de la Cámara. Ayer contó con el respaldo de 56 diputados, el rechazo de 51 y ocho abstenciones, y se convirtió en la primera votación donde la Nueva Mayoría no actuó en bloque: cinco parlamentarios PPD se abstuvieron y seis DC no lo apoyaron.

La llamada bancada estudiantil había tenido un rol protagónico en el debate para penalizar con cárcel el lucro.

El enojo de los diputados Jackson, Gabriel Boric (Izquierda Autónoma), Camila Vallejo (PC) y Karol Cariola (PC), sin embargo, tuvo un vuelco minutos después. La Cámara rechazó la indicación del Gobierno que permite el arriendo de colegios a terceros no relacionados, uno de los aspectos que había acordado el Ejecutivo con la Iglesia Católica a inicios de septiembre. Se trataba de una iniciativa central para La Moneda: había surgido en medio de las críticas al proyecto original, que obligaba a los sostenedores a ser dueños de sus inmuebles o, de lo contrario, estipulaba la compra de colegios por parte del Estado.

La bancada estudiantil no respaldó este aspecto de la iniciativa del Gobierno y, más aún, desde la mañana de ayer había condicionado su apoyo a la aprobación de sancionar el lucro con cárcel.

La indicación terminó siendo rechazada por Jackson, Boric y los diputados Cristina Girardi (PPD) y Alberto Robles (PR). Se abstuvieron Vallejo y Cariola, además de Jenny Álvarez (PPD), Sergio Aguiló (IC) y los socialistas Fidel Espinoza, Denise Pascal y Luis Lemus. También contó con el rechazo en bloque de todos los parlamentarios de la Alianza, dado que "apuntaba a dar operatividad al fin al lucro y las condiciones del arrendamiento impedían que la mayoría de los sostenedores pudieran acceder a esta opción".

Al rechazarse la opción de arriendos, los sostenedores solo podrían adquirir créditos para comprar sus edificios o que las propiedades sean adquiridas por el fisco. En la tarde de ayer, sin embargo, el ministro Nicolás Eyzaguirre indicó que el Ejecutivo repondrá esta indicación en el Senado.

Bancada estudiantil

La Cámara también aprobó la prohibición de que las Agencias de Asesoría Técnica a Colegios (ATE) puedan lucrar con fondos estatales. Ese aspecto del proyecto, sin embargo, no calmó los ánimos al interior del oficialismo, donde ayer se sucedieron acusaciones cruzadas: el diputado Espinoza realizó duras críticas a la DC, y el presidente de la comisión de Educación, Mario Venegas, apuntó a la bancada estudiantil.

Al término de la votación, los diputados Vallejo, Cariola y Jackson realizaron una declaración pública.

Vallejo indicó que "lamentamos que se haya caído esta indicación que fue acordada con el Ejecutivo y fue aprobada en la comisión en conjunto y con la venia del ministro Eyzaguirre".

La diputada Cariola añadió que "al no aprobarse la tipificación del lucro como delito no se nos generaban las garantías suficientes respecto de conservar el sentido principal del proyecto al momento de abrir una posibilidad de arriendo".

En tanto, Jackson dijo que existían "responsabilidades compartidas". Por la tarde, luego de notificar a Eyzaguirre y buscar respaldo entre otros parlamentarios, el diputado advirtió en el hemiciclo que no apoyaría la opción de arriendos de colegios si no se sancionaba con cárcel el lucro.

Al respecto, el ministro dijo que el debate "desgraciadamente está muy contaminado por lo que ha ocurrido con las universidades, donde no obstante que por ley no pueden lucrar, se constituyen sociedades espejo".

Tensa jornada

Por la mañana, en Santiago, la Presidenta Michelle Bachelet había señalado que "hoy se vota en la Cámara de Diputados el primer proyecto de la reforma educacional del Gobierno y quiero decir tajantemente que este proyecto no es para cerrar colegios como andan diciendo algunos. Por el contrario, vamos a apoyar fuertemente a todos los colegios públicos y particulares subvencionados que tengan vocación de calidad".

A esa altura, en Valparaíso, el debate en la Cámara estaba marcado por un ambiente polarizado y por divisiones en la Nueva Mayoría: los socialistas estaban a favor de sancionar con cárcel el lucro, posición que no era compartida por toda la DC.

Hasta el hemiciclo llegaron Eyzaguirre, todo el comité político y los ministros Claudia Pascual (Sernam), Fernanda Villegas (Desarrollo Social) y Javiera Blanco (Trabajo), entre otros.

Una de las intervenciones más críticas provino del diputado Boric, quien sostuvo que el "proyecto del Gobierno no ha sabido representar a la ciudadanía", debido a que el Ejecutivo "cedió" a las presiones del presidente de la DC, Ignacio Walker.

Durante el debate, el diputado Germán Becker (RN) acusó a la Nueva Mayoría de querer entablar un "cambio ideológico" en la educación, y su par Germán Verdugo calificó la iniciativa como un "salto al vacío".

En las graderías interrumpían constantemente. Por un lado estaban dirigentes de padres y apoderados, que desplegaron un gran lienzo con la consigna "Parlamentarios, su traición les costará votos". Los partidarios de la propuesta del Gobierno desplegaron otro cartel, que indicaba que "La Confepa miente". En ese sector se ubicó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, quien fue recibido con pifias al ingresar al lugar.