Señor Director:
Recientemente fue publicada en la revista Nature y en varios medios de comunicación europeos una carta en la que científicos de diferentes países llaman la atención a los líderes políticos para que modifiquen el rumbo, ya que han perdido por completo el contacto con el mundo de la investigación. Al mismo tiempo, instan a investigadores y ciudadanos a apoyar el papel esencial de la ciencia en la sociedad.
Insisten en que los líderes han elegido ignorar la contribución de la investigación en la economía con drásticos recortes presupuestarios en investigación y desarrollo, y que no se dan cuenta de que la ciencia es una carrera de largo aliento en la que algunos frutos pueden tardar en madurar; debemos sembrar hoy para que nuestros hijos tengan las herramientas apropiadas para lidiar con los desafíos del mañana. Igual cosa sucede con la formación de investigadores, que precisa de recursos y tiempo.
Han elegido ignorar, también, que la investigación aplicada no es más que la aplicación de la investigación básica, que no tiene que ver solamente con el impacto en el mercado a corto plazo, como al parecer creen muchos líderes políticos.
¿Debemos cometer los mismos errores que aquellos que nos aventajan en nuestro camino al desarrollo?
En
su columna del lunes, Nicolás Luco describe, con su atractivo estilo, los problemas que senadores y científicos tratamos en la última sesión de la Comisión Desafíos del Futuro, del Senado, sobre el presupuesto 2015 para la ciencia; prioridades, recursos, desmoralización, promesas sin cumplir. Aunque "la suerte está echada", como dice Luco, todavía es tiempo de lograr un mejor posicionamiento para la ciencia, dando la pelea por un aumento en su financiamiento.
Dr. Jorge Babul C.Presidente
Consejo de Sociedades Científicas de Chile