Señor Director:

El concepto de Estado está asociado a un territorio determinado sobre el cual tiene control. Y para ejercer esa soberanía el sistema de comunicaciones es clave.

En Chile, por su loca geografía, la Ruta 5 (ex Panamericana) es fundamental en todos los aspectos imaginables: alimentación y transporte de personas, urgencias médicas, distribución de insumos para las actividades del país, control policial y militar, etcétera.

La Ruta 5 es la vía más estratégica y vital de Chile. Es inconcebible, entonces, que esa columna vertebral sea cortada constantemente por las más diversas razones, desde reivindicaciones laborales, protestas ambientales o atentados en La Araucanía. Incluso, mejoras necesarias como las obras en Las Chilcas no son acometidas con la urgencia y eficiencia que uno esperaría de un Estado realmente consciente del valor estratégico de esa carretera y su impacto diario en la vida de los chilenos.

Hasta su nombre actual, "Ruta 5", no refleja la trascendencia que tiene. Se trata de la Ruta 1 del país y su interrupción debería ser fuertemente sancionada. Urge que las autoridades garanticen su continuo y eficiente funcionamiento, y que los propios chilenos reconozcamos el valor que tiene para nuestra productividad y calidad de vida.

Karin Ebensperger Ahrens