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Cartas
Martes 21 de octubre de 2014
¿Quién ganó el superclásico?
Señor Director:
Habiendo ido como un hincha más al partido del domingo y revisando las imágenes de los distintos hechos sucedidos antes, durante y después del evento, vale la pena hacer un resumen de lo ocurrido y analizar quiénes son sus verdaderos responsables.
Partamos por los hechos.
El proceso de compra de entradas fue un verdadero desastre, con una página web sin la capacidad de soportar la demanda del evento. Muchos hinchas que compraron su ticket no pudieron ingresar, lo que es sencillamente vergonzoso e indignante para cualquier espectáculo.
Los tumultos que se formaron en la entrada son otra muestra de trato indigno a las personas: se puso en riesgo la integridad de los asistentes al existir portones y controles sin un diseño adecuado a las circunstancias. La nula capacidad de segregar a las barras a la entrada del estadio y durante el evento provocó incidentes de la mayor gravedad, y no me extrañaría que varios de los que ingresaron al estadio a causar desmanes hayan tenido prohibido el acceso, pero -al no existir un verdadero control de identidad- muchos de ellos pueden haber entrado con cédulas de identidad de terceros. Capítulo aparte son los vecinos del recinto deportivo, que debieron soportar la verdadera falta de idoneidad de los organizadores y sufrieron en sus propiedades los estragos del paso de las barras.
¿Quiénes son los responsables de esto? Aparte de los violentistas de siempre, hay otros dos: los organizadores, en este caso Blanco y Negro, que mostró no estar preparado para un espectáculo de esa complejidad, y por supuesto las autoridades, en este caso representadas por Claudio Orrego, intendente metropolitano, y José Roa, jefe del Plan Estadio Seguro, quienes dejaron en evidencia su total incapacidad y falta de liderazgo en un evento de estas características, que requería mínimas condiciones de seguridad, a las que por lo demás obliga la actual ley y el reglamento que la acompaña, este último en plena vigencia desde hace seis meses.
La respuesta a la pregunta es clara: este clásico lo ganaron los violentistas, pero más que nada la ineptitud de los organizadores.
Antonio Horvath Gutiérrez
Director Ejecutivo Instituto Libertad