Señor Director:

Resulta divertido observar cómo juegos de palabras, dichos en forma reiterada, puedan crear imágenes tan infantiles y levantar pasiones de adolescentes.

Seamos adultos. El primer derecho social es el acceso al agua, sin él las personas mueren en horas. El segundo derecho social es el acceso a los alimentos; no tenerlos implica que las personas mueren en días. Pues bien, estos derechos básicos han sido satisfechos en todas las sociedades por personas y empresas que lucran, proveyéndolos en competencia . El Estado solo se involucra estableciendo estándares de calidad, sanidad y otros menores. Y fijando tarifas en el caso de ofertas monopólicas.

El tercer derecho social es la existencia de la ley, el orden y la seguridad, reconocidos como responsabilidad del Estado. Solo a continuación vienen los otros; las obras públicas, telecomunicaciones, energía, salud ,educación, previsión social, etcétera.

En las sociedades modernas estos son provistos en forma mixta por el sector privado y el sector público. Resulta divertido, para cualquier letrado, escuchar que se proponga que a los proveedores de estos servicios se les va a prohibir lucrar. El lucro es el que mueve la creación de la riqueza, la innovación y la eficiencia; es el motor del cambio tecnológico y de la sorprendente mejoría de calidad de vida que estamos viviendo. Su aceptación está sacando vertiginosamente a China de la pobreza. Y la rezagada India, ante el éxito de otros , finalmente optó recientemente por cambiar su economía socialista por una neoliberal.

Llama la atención que los que mandan en la Nueva Mayoría rindan homenaje al sueño de Salvador Allende (Cuba) y preocupa que los otros integrantes de ese pacto político cabestreen dócilmente por la restricción de las libertades y la estatización de las políticas públicas.

En educación, ¿todo el peso de traer las nuevas tecnologías y saberes, y su divulgación, serán monopolio del Estado? Nuestros políticos deben asumir que ya dejaron de ser estudiantes y comprometerse a enfrentar las torpezas que se están proponiendo.

La Nueva Mayoría sigue la senda del chavismo, el camino hacia el sueño de Allende, pero ahora en forma gradual, ya que la acelerada no resultó. El objetivo es la sociedad de los "derechos sin lucro", en la que el Estado fijará nuestros sueldos y garantizará la satisfacción de nuestras necesidades con los cupones de racionamiento.

Rodrigo Álamos Montero