Mi hija está de viaje por tres semanas. Manda fotos sonrientes allende los mares. Llevé a cinco de sus hijos a ver a la Presidenta en ruta al Tedeum. Les daba lata, pero al final convencí a cinco, el mayor de 12. La vimos desde primera fila en el Ford Galaxy. La saludaron. Luego los llevé a mirar el Hotel Crillón, donde pasé mi luna de miel.
Después, trabajé en matemáticas con ellos.
Los nietos, a nuestro cuidado, encontraron fáciles los videos de Roberto Araya que hay en el sitio del Ministerio de Educación (www.curriculumenlineamineduc.cl).
No les quedó claro el nuevo concepto de número: el número como lista, como grupo, como una marca en la línea. Roberto, sin experiencia en cámara, dice "derecha" e indica a nuestra izquierda, confundiendo a quienes lo vemos en YouTube. No los entusiasmó.
Tampoco resultó el sitio de Wofram. Supe que la semana pasada Wofram (wwww.wofram.com) había puesto su software "Mathematica" para trabajarlo desde cualquier navegador. "Mathematica" es el programa más famoso para quienes quieren dominar ese arte-ciencia.
Wofram ha desarrollado un estupendo currículum, paso a paso, que comienza en kindergarten y llega hasta los primeros años de universidad. Yo estaba lleno de ilusión para entusiasmar a mis nietos, pero era en inglés y había que pagar casi 10 dólares al mes.
Así es que me fui a la Khan Academy (es.khanacademy.org). Gratis y en español.
Convoqué a la Canque, que está en prekínder, ella comenzó a resolver los primeros problemas, rodeada de sus hermanos. "¿Cuál es más grande?" (La pantalla mostraba una chinita y un caballo junto a una torre de tres unidades).
Si la Canque resolvía la incógnita, una carita feliz la recompensaba y aparecía el siguiente problema. Resolvió cinco y fin.
El único obstáculo para usar la Khan Academy es que hay que matricularse como padre y luego matricular a cada niño o niña. Pero tras esa maniobra, casi de piloto de F-16, todo anda bien.
Los otros nietos hicieron fila para matricularse y resolver problemas a sus diferentes niveles.
Salman Khan creó la maravillosa Khan Academy en 2006, para entregar una educación gratuita de clase mundial a cualquiera en cualquier lugar del mundo. Crece día a día con desafíos que aprender. Y abarca lecciones desde lo básico a lo complejo.
Yo me he olvidado de mi trigonometría y para qué decir del cálculo infinitesimal. Pero en la Khan Academy, si me pongo al día en mi álgebra, podré llegar a retomar esas capacidades. Es también para adultos. Y en múltiples campos.
Todo está hecho fácil. Y mis nietos trabajaron felices mientras ganaban puntos, por ejemplo, aprendiendo a redondear cifras hasta la decena o la centena.
Faltan 16 días.