Con motivo de su intervención en la Asamblea General y en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Presidenta Bachelet se apronta a cumplir un sustancioso y diversificado programa de actividades en Nueva York. Tiene a su favor el aprecio y las propias relaciones internacionales por el conocimiento originado en su anterior mandato presidencial y por su experiencia y desempeño en uno de los más altos cargos de la Organización de Naciones Unidas. La estabilidad y logros económicos, institucionales y sociales de Chile avalan el interés de la comunidad de negocios y de referentes políticos mundiales por la delegación presidencial, el panorama nacional y por la oportunidad de densificar los lazos con el país.

Aprovechando esos singulares activos, la Presidenta se ha propuesto participar en foros empresariales y sociales para difundir la realidad nacional, sus políticas y reformas internas, y para entregar su visión frente a los desafíos mundiales en temas tan diversos como el empleo digno, la educación de calidad, el liderazgo femenino, el cambio climático, la inclusión de los derechos de niños y niñas, los asuntos indígenas y el desarrollo regional y global. Su programa registra un equilibrado balance de promoción del interés nacional en el crecimiento económico, la inclusión social, el fortalecimiento de la democracia, la seguridad mundial y la integración de Chile en América Latina.

Además de su participación como expositora y co Presidenta en foros y paneles y de su intervención ante la Asamblea General y en el Consejo de Seguridad, la Presidenta celebrará reuniones bilaterales con el secretario general de Naciones Unidas y con jefes de Estado europeos y de América Latina. A esos encuentros se suma el Foro Empresarial de la Alianza del Pacífico, patrocinado por el empresario de las comunicaciones y alcalde saliente de Nueva York, Michael Bloomberg, quien reunirá a los cuatro mandatarios de los países fundadores de la Alianza con invitados de alto nivel. Destacable es que mientras la Alianza del Pacífico atrae interés, florece y capitaliza las concurrencias de los mandatarios a la Asamblea General para realizar reuniones presidenciales, Unasur y Celac solo logran reuniones de coordinación interna a nivel ministerial.

Notable y constructiva es la agenda que la Presidenta se propone cumplir en Nueva York. Es demostrativa de la disposición al diálogo que impulsa la Cancillería chilena y que la diplomacia peruana pretende obstaculizar con su desnaturalización del correcto cumplimiento del fallo de La Haya mediante la obstinada inclusión de su reclamación del denominado triángulo interior, con el consiguiente retroceso en los vínculos bilaterales.