Los documentales sobre la fauna africana pueden tomar el camino del antropomorfismo, es decir, dotar de cualidades humanas a los animales enfocados. O, como pasa acá, mostrar la realidad sin poner nombres propios a los leones, cebras y demás bestias que pasan frente a la cámara.
Documental real y apreciable por su intento de buscar objetividad, esta pieza sin grandes ostentaciones es quizás más televisiva que cinematográfica en su objetivo de ilustrar sobre usos y hábitos de la vida animal en África. Y esa es su principal debilidad porque el equipo del cineasta belga Ben Stassen tiene los medios y recursos para elevarse por los aires y mostrar desde un globo la costa de Namibia o el Kilimanjaro en Tanzania y todo luce espectacular a los sentidos, más cuando, hay que decir, el uso del 3D es bueno. Y en estos tiempos de vida animal en peligro de extinción se valora este registro bien intencionado del África profunda y quizás inexistente en el futuro. Nada de mal.
Documental. 2013. Bélgica. 86 min. T.E.