.B. Priestley es un entretenido novelista menor inglés. Hace unos días, leímos una de sus novelas más llenas de peripecias, Saturn Over the Water. La historia ocurre en Perú y Chile, y culmina en Australia. Muchos científicos alemanes de torva mirada nazi, y chilenos achaparrados, adornados con recortados bigotitos, transpirados dentro de sus trajes oscurones, brillosos. Las descripciones del centro de Santiago, ¡luminoso! (era 1960...), nos llenaron de nostalgia.
Pero se cae J.B. en los nombres. Supone el ignaro que en castellano solo existen las "a" y las "o". Inventa a un señor de apellido Arnaldos; a otro lo llama Cadamo y, a otro, Mandoza. Uno de los escenarios clave de su historia es un poblado llamado "Osparas", situado detrás del volcán Osorno.
Pero reconforta el aprecio de Priestley por los vinos chilenos. Comenta algunos excelentes blancos. En Osparas chasquea la lengua con los tintos. En cambio, su descripción de las comidas chilenas es terrible. "Arroz cocido", "caballo hervido", cuya ingesta le pesa como plomo. Habrá sido plateada. Lo peor para nuestro ego: cuenta que le sirvieron unas "siniestras jaibitas negras que parecían estar vivas". ¡Lo estaban, en efecto! Habla, sin duda, del camarón del erizo, bicharraco repugnante, envuelto, como feto, en una membrana, al que algunos salvajes le permiten arrastrar su perplejidad por la lengua, antes de matarlo, cruel y frívolamente, con súbito apretón contra el paladar. En Osparas sigue comiendo "caballo hervido", hasta que opta solo por pan y queso. Menciona, por último, el pisco, ese "Chilean brandy". Muy bien descrito.
Para corresponder a la admiración de Priestley por nuestros vinos, damos esta receta inglesa de pescado que, según el refinado gusto del siglo XVIII inglés, lleva jugo de naranja. Nos la transmite Jane Grigson.
Lenguado a la naranja
Salpimiente 6 filetes de lenguado. Pele finamente 3 naranjas, quitando a la corteza toda la parte blanca. Corte la corteza en juliana; blanquéela 2 min en agua hirviendo. En una sartén grande, derrita 45 gr de mantequilla, agregue 1 cda de chalota picada y, encima, el pescado. Sobre este, la juliana. Cubra apenas con agua y el jugo de las naranjas. Tape la sartén. Cueza a fuego muy lento hasta que el pescado esté listo, sin recocerlo. Mientras, derrita 45 gr de mantequilla en una olla y agregue 1 cda de harina para hacer un roux. Haga burbujear la harina 1 min. Retire del fuego. Saque el pescado del líquido de cocción. Resérvelo caliente. Reduzca el líquido a la mitad a fuego vivo, y con él y el roux haga la salsa. Agréguele 1 vaso vinero de vino añejo y 125 gr de crema espesa. Cocine 5 min, suavemente. Sal, pimienta blanca. Si la salsa está demasiado espesa, aclárela con leche. Retírela del fuego y líguela con 2 yemas. Fuego muy lento para cocerlas. Una vez lista, viértala sobre el pescado, sin desplazar de encima de él la juliana de naranja.