La discusión del momento es qué debemos entender los chilenos por terrorismo. Es cierto que venimos hablando del tema desde hace años y nos debatimos entre aplicar o no aplicar la famosa Ley Antiterrorista. Pero después de la detonación de una bomba en el patio de comidas del metro Escuela Militar se volvió urgente que nos pongamos de acuerdo y lleguemos a una definición común.
Para un sector de la sociedad, poner una bomba en la vía pública NO es un acto terrorista.
De verdad.
En serio.
Really.
Para quienes piensan de ese modo, la colocación de una bomba en la vía pública debe cumplir con una serie de requisitos para que se considere terrorismo, tales como:
-Quien instala una bomba debe demostrar de manera explícita e irrefutable que su intención era causar temor en la sociedad.
-Debe tener el objetivo de hacerles daño a personas.
Así las cosas, resulta sencillo elaborar un código de conducta o un "manual de urbanidad" para extremistas o subversivos que no quieren ser catalogados como terroristas (no porque les dé vergüenza esa denominación, sino porque penalmente no les conviene). Este instructivo podría estar más o menos así.
1.- Si va a poner bombas, procure no hacerlo con odio. Sonría, sobre todo si lo están grabando las cámaras de seguridad. Eso le ayudará a convencer al juez de que no hay intenciones malignas en su actuar. Asimismo, cuide su apariencia, los sistemas de monitoreo son ahora en colores y usted querrá lucir tonalidades alegres. Evite el rojo y el negro, tienen una connotación violenta. Tenga en cuenta que las imágenes de las cámaras, pese a su nitidez, en general no son tomadas en cuenta como prueba válida por los tribunales. Pero el punto es otro: usted no querrá dejar una mala impresión cuando se difunda el video en televisión.
2.- Si va a instalar explosivos en el transporte público, prefiera el "Horario Valle", que es el más fome y lánguido de todos. Escoja estaciones periféricas en barrios remotos. No cometa la inmadurez de actuar en horas punta en lugares emblemáticos como Escuela Militar o Universidad de Chile. Mucha gente podría suponer que usted, señor subversivo, sí tenía intenciones de causar pánico o dañar a personas. Los horarios recomendados de instalación preferente de bombas son: MADRUGADA, entre las 00:00 y las 05:59; HORAS MUERTAS (aunque se podría revisar este último término, por si alguien lo malinterpreta) entre las 10:15 y las 11:59; TARDE LÁNGUIDA, de 16:30 a 17:43.
3.- Elija "blancos" simbólicos, como templos, sucursales bancarias extranjeras, monumentos y cosas de ese tipo, así podrá argumentar que lo suyo es una causa política.
4.- Si es necesario, robe. Claro, porque si solo hace detonar una bomba y no hurta ni obtiene botín alguno, los malpensados podrían presumir que usted sí quiere causar terror y dañar a personas. Está documentado que algunos jueces aceptan el móvil del robo como una explicación que exime a un instalador de bombas de ser definido como terrorista.
5.- En fin, si cumple usted con estas simples recomendaciones le garantizamos que podrá seguir instalando aparatos explosivos sin correr el riesgo de que lo llamen terrorista.