Señor Director:
Hace algunos días tanto
familiares como amigos del padre Gerardo Joannon, tal como lo había hecho la familia Olivos Celedón anteriormente, mediante cartas dirigidas a “El Mercurio” apoyaron su trayectoria de toda una vida y pidieron esclarecer a fondo los hechos en que se dice estaría involucrado, para encontrar realmente la verdad de lo acontecido.
No puedo dejar de manifestar mi completo acuerdo con el tenor de ambas cartas y manifestar, al mismo tiempo, todo mi aprecio, afecto y admiración a Gerardo por su larguísima tarea dedicada a la labor pastoral, y muy especialmente, por una parte, a través del Centro de Pastoral Juvenil (CPJ), donde se formaron muchos hombres y mujeres adolescentes jóvenes, entre ellos algunos de mis hijos, donde con el tiempo he podido apreciar en toda su magnitud lo que dicha formación significó para muchos de ellos, y también, por otra, al enorme esfuerzo desplegado en la Corporación “Uniendo Mundos”, que él fundó, donde se ha dedicado estos años a construir relaciones y apoyos entre jóvenes de distintos estratos sociales para que se entiendan mejor, compartan sus distintas realidades y contribuyan a través de la solidaridad mutua a aportar a la convivencia entre todos los chilenos.
No puedo tampoco dejar de expresar la gratitud que siento por haber recibido de él, junto a mi señora, a mis hijos, a mis nueras, a mi yerno y a mis nietos, a los cuales casó y bautizó respectivamente, tanta ayuda , comprensión, compañía y apoyo en las buenas y en las malas del vivir diario.
Los caminos del Señor son a veces difíciles, pero estoy seguro de que Gerardo los sabrá recorrer con la fe, la fuerza y la vehemencia que ha mostrado siempre para enseñar la palabra de Dios, y estoy seguro de que al final prevalecerá la verdad de los hechos en los cuales se le pretende involucrar.
Francisco Javier Frei Ruiz-Tagle