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Sábado 23 de agosto de 2014
La mítica figura de Pancho Villa
1914
En 1914, las noticias de la Revolución Mexicana acaparaban, constantemente, los titulares de "El Mercurio". A mediados de agosto se había informado que, tras derrocar al régimen de Huerta, los revolucionarios habían llegado a Ciudad de México y Carranza asumía el gobierno de la nación.
Pero más que Carranza o Emiliano Zapata, el personaje que realmente sorprendía a la opinión pública era Doroteo Arango Arámbula, conocido como Pancho Villa.
En 1914, las noticias de la Revolución Mexicana acaparaban, constantemente, los titulares de "El Mercurio". A mediados de agosto se había informado que, tras derrocar al régimen de Huerta, los revolucionarios habían llegado a Ciudad de México y Carranza asumía el gobierno de la nación.
Pero más que Carranza o Emiliano Zapata, el personaje que realmente sorprendía a la opinión pública era Doroteo Arango Arámbula, conocido como Pancho Villa. Y cómo no, si sus actuaciones militares eran filmadas por Hollywood y daba entrevistas continuamente. En la prensa de la época se comentaba que "es un personaje semifantástico, en el que parecen aunarse las más extrañas paradojas, pues mientras unos lo pintan como un bandido sanguinario, otros lo subliman a la categoría de semidiós".
En efecto, en el diario se habían informado algunas de sus barbaridades cometidas como jefe de los rebeldes. En mayo de 1911, Villa con 75 hombres asaltó un tren con un cargamento de barras de oro asesinando a todos los pasajeros. En julio de 1913, tomó Casas Grandes y mandó a asesinar a 80 civiles. Asimismo, corrían otros rumores, como el que había raptado a su actual mujer.
Paralelamente a algunos espeluznantes relatos que mostraban a un aterrador bandido, también circulaban otras versiones que lo enaltecían. Un caso era el testimonio de un corresponsal estadounidense que había convivido con él. Según el periodista, Villa no era un forajido que cometía toda clase de salvajes tropelías, sino un genio que ha engrandecido el ejército de su patria: "Es un hombre de acción, enérgico y muchas veces violento, pero posee entre los suyos una autoridad notable, siendo el soldado más novelesco que han producido las modernas revueltas mexicanas". De igual modo, se consignaba que como militar había introducido en el ejército grandes progresos. Suprimió el engorroso séquito de mujeres que con sus hijos a cuestas marchaban en pos de sus maridos, entorpeciendo las marchas y siendo siempre un impedimento para la movilización. Estableció el sistema de ataques nocturnos, hasta ese entonces desconocidos en ese país (de noche tomó Ciudad de Juárez) y organizó las ambulancias sanitarias entre las filas del ejército.
¿Héroe o villano? Lo cierto es que Pancho Villa seguiría siendo noticia hasta su asesinato, en 1923.