Señor Director:

Resulta curioso que el vocero de la Cones, Ricardo Paredes, contradiga sus propias banderas de lucha al cuestionar el actuar de los apoderados del Instituto Nacional.

Asumo que para la Cones el derecho a movilizarse es un pilar fundamental de la democracia, y por lo mismo no se entiende que el vocero cuestione las movilizaciones organizadas por los apoderados exigiendo a la sociedad que se respete el derecho a la educación de sus hijos.

Asumo también que para la Cones la educación es un derecho fundamental inviolable, y no un bien de consumo. En consecuencia, resulta igualmente extraño que el señor Paredes cuestione a los apoderados que luchan por hacerlo respetar haciendo uso de las herramientas disponibles en democracia, como es el acudir a la justicia.

Coincido con ellos, sin embargo, en que esto es un asunto político, y por lo mismo los apoderados han recurrido a la justicia para exigir a la autoridad política que no se vulnere el derecho fundamental a la educación.

El fallo de la justicia solo da cuenta de que un derecho deja de serlo al momento en que puede ser vulnerado por una votación. De lo contrario el definir derechos humanos fundamentales no tendría sentido.

Invito al señor Paredes a que cambiemos el estilo de hacer política. No es necesario vulnerar el derecho a la educación de otros, y menos aún destrozar los colegios públicos más emblemáticos de nuestra sociedad para levantar demandas ciudadanas. La totalidad de los apoderados que presentaron el recurso de protección comparten la necesidad de hacer una reforma educacional importante, pero hacerlo destruyendo la mejor educación pública del país claramente no es el camino correcto.

Felipe Kast
Diputado