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Cartas
Martes 19 de agosto de 2014
Educación pública y libertad de enseñanza
Señor Director:
Todos están de acuerdo en que se necesita en nuestro país una educación de calidad para los estudiantes de todos los niveles sociales. Discrepan en los medios para lograrlo. El diagnóstico de la situación actual indica que la educación municipalizada es la que tiene, salvo excepciones, el más bajo rendimiento y la que ha perdido un gran número de alumnos anualmente. La solución, por tanto, debe dirigirse a modificar este tipo de educación, cambiando la dependencia, tratando de interesar a profesores con vocación docente, con buenas remuneraciones y una carrera funcionaria, con calificación anual como en todos los servicios públicos del Estado, y provistos de los instrumentos que la tecnología aporta sobre la materia. Parte importante de los ingresos de la reforma tributaria debería destinarse a este objeto.
Un segundo punto, entre los muchos que están en debate, es la gratuidad de la educación universitaria. Es de justicia facilitar el acceso a la educación superior a personas que siendo los mejores alumnos de sus colegios de educación media no están en condiciones académicas ni financieras para acceder a ella. No obstante, hay que tener presente que las reformas educacionales tienen un proceso de larga duración, por lo que es necesario que los actuales alumnos que resulten favorecidos reciban en las universidades, en los primeros semestres, una complementación en habilidades comunicacionales orales, lectivas y escritas, y en educación y contexto sociocultural, como con éxito se ha comprobado en algunas universidades que, actualmente, incorporan a este tipo de alumnos.
El Estado tiene derecho a regular y fiscalizar los aportes efectuados a instituciones privadas de educación, pero no afectando la libertad de enseñanza.
No hay que olvidar que en Chile desde el reglamento aprobado por la Junta Suprema el 18 de junio de 1813 el primer cuidado del gobierno ha sido la educación pública, y desde la ley del 24 de noviembre de 1860 se consagra la libertad de enseñanza.
¡Respetemos estas nobles tradiciones plenamente vigentes!
Francisco Cumplido Cereceda