Señor Director:
En su
carta de este sábado, el profesor Corral insiste en que el reciente fallo de la Corte Suprema de EE.UU. en el caso de Hobby Lobby, aporta evidencia que demuestra que el fármaco levonorgestrel (LNG), un progestágeno conocido en Chile como la "píldora del día después", tiene como mecanismo de acción el impedir la implantación embrionaria. El fundamento de esta aseveración es la leyenda del rotulado del fabricante del producto, que declara como posible mecanismo de acción el impedir la implantación del embrión, sin mostrar evidencia científica alguna que avale dicho "posible" mecanismo.
Existe extensa literatura que específicamente demuestra que el LNG, usado como anticonceptivo de emergencia, no afecta al desarrollo del embrión antes de la implantación, y por cierto, no interfiere con un embarazo ya establecido, por lo que no se puede considerar como un fármaco abortivo. Esta evidencia, que en su mayoría surgió después de que el fármaco comenzó a ser comercializado, muestra que el LNG inhibe la ovulación si se administra cuando el folículo es pequeño, pero que una vez que ha ocurrido la ovulación, no tiene eficacia para prevenir un embarazo.
LNG aumenta la viscosidad del moco cervical, impidiendo que los espermatozoides del reservorio cervical vayan al sitio de fecundación. Asimismo, administrado después de la ovulación en rata, en la mona Cebus apella y en la mujer, no interfiere con la implantación del embrión y en un modelo in vitro , tampoco modifica la capacidad de implantación de embriones en endometrios humanos.
Si hay nueva evidencia científica que muestre el efecto antiimplantatorio de este compuesto, invito al profesor Corral a compartirla con los lectores.
A mi juicio, es importante que en lo que se refiere a ciencia, nos basemos en evidencia más que en creencias.
Sofía Salas IbarraPrograma de Ética y Políticas Públicas en Reproducción Humana, Facultad de Medicina
Universidad Diego Portales