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Jueves 31 de julio de 2014
Muere Grondona, el polémico "patrón" del fútbol argentino
Influyente, poderoso y rodeado de escándalos que nunca lo hicieron caer. "Don Julio" vivió sus últimos 35 años a la cabeza de la AFA, desde 1979 hasta su sorpresivo fallecimiento, ayer...
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Poderoso como pocos, Julio Grondona escaló hasta la cima de la dirigencia del fútbol argentino y mundial desde los escalones más bajos.
Hijo del dueño de una ferretería, la cual comenzó a administrar a los 20 años luego de que su padre sufriera una parálisis, jugó en las inferiores de River y Defensores de Belgrano. Pero la cancha no era lo suyo: el 11 de enero de 1956, con 24 años, fundó y asumió la presidencia de Arsenal de Sarandí, club cuyo estadio hoy lleva su nombre.
Dos décadas después, en 1976, se hacía cargo de Independiente de Avellaneda, y en 1979 llegó a la presidencia de la AFA. Ese mismo año, el mandato de Grondona comenzó a cosechar títulos en el Mundial Sub 20 de Japón, con Diego Armando Maradona como figura. Los juveniles tocaron la gloria también en 1995, 1997, 2001, 2005 y 2017. A nivel adulto, el Mundial de 1986 y las copas América de 1991 y 1993 fueron sus logros, junto con el oro olímpico en 2004 y 2008.
"Soy intuitivo"
A nivel internacional también fue subiendo, hasta llegar a ser miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA a partir de 1988. En la actualidad ocupaba el cargo de primer vicepresidente y jefe de la Comisión de Finanzas.
Todo eso pese a no hablar una palabra de inglés. "Soy intuitivo, veo un poquito más adelante. A la FIFA te hacen llegar los éxitos deportivos y la representatividad del país en el continente. A veces se te presentan oportunidades y hay que saber aprovecharlas. Es cierto que solo hablo español, pero tengo una ventaja: hablo muy bien el idioma del fútbol. Y ese idioma no todos lo saben hablar", explicaba.
La violencia en los estadios, la debacle económica de los clubes argentinos y el desorden administrativo son los puntos negros de su gestión. Hoy deja un fútbol de Primera División en el que solo los hinchas locales pueden entrar al estadio, los partidos se transmiten por TV pública financiados por el Estado y, pese a eso, hay deudas por doquier, lo que obliga al temprano éxodo de figuras. Y desde el próximo año se jugará un torneo con 30 equipos, experiencia inédita en el mundo.
"Todo pasa", siempre dijo. Así pasaron variadas acusaciones de corrupción, incluso durante el reciente Mundial de Brasil, cuando sus hijos fueron descubiertos revendiendo entradas.
Pese a sus detractores y enemigos, nunca se fue de su cargo. Hasta que la muerte -producto de una falla cardíaca- lo sorprendió ayer en Buenos Aires, mientras cavilaba quién debía ser el sucesor de Alejandro Sabella, el noveno seleccionador que tuvo Argentina bajo su mandato de 35 años. "Me sacarán de la AFA con los pies por delante", dijo alguna vez. Cumplió.