Señor Director:
En una
columna publicada en "El Mercurio" el pasado jueves, Raúl Figueroa y Gabriel Ugarte, de la Fundación AcciónEducar, declaran que "mientras no resolvamos las falencias que hoy existen en la educación parvularia, básica y media, la matrícula universitaria seguirá sobrerrepresentada por jóvenes de colegios particulares pagados y de los quintiles más acomodados".
La buena noticia es que los talentos académicos están igualmente distribuidos entre ricos y pobres, gracias a lo cual 15 universidades ofrecen desde el año 2007 los propedéuticos reconocidos por la Unesco, orientados a aumentar la matrícula en las universidades chilenas de estudiantes con talento académico de los quintiles menos acomodados. Ofrecen estos programas, por ejemplo, la Universidad de Santiago, Austral y Cardenal Silva Henríquez. Por otro lado, las universidades Católica, de Chile y Diego Portales cuentan desde el año 2011 con el Programa Talento e Inclusión, el Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa y Admisión con Equidad, respectivamente.
En Francia, el mérito académico en contexto es usado desde hace más de dos siglos para acceder a las grandes escuelas de ingeniería. El Programa de Acceso Efectivo para la Educación Superior, comprometido en el programa de gobierno de la Presidenta Bachelet y que fue lanzado hace unas semanas por el ministro Eyzaguirre, es la culminación de un largo y hermoso proceso de estudio y aprendizaje.
Por todo lo anterior, es equivocado pensar que no se pueda aumentar simultáneamente la representación de estudiantes con mérito académico de los quintiles menos acomodados en universidades altamente selectivas.
Dr. Francisco Javier GilAsesor de Políticas de Inclusión Usach, UC, UNESCO,
Vicaría para la Educación y Ministerio de Educación