Obras del chileno Cirilo Vila, Béla Bartók y W. A. Mozart conformaron el atractivo programa que en el Teatro Municipal de Ñuñoa brindó el viernes la Orquesta de Cámara de Chile, bajo la conducción de Paolo Bortolameolli.
Vila, artista polifacético (pianista, compositor y formador), propone en su Elegía "In memoriam Béla Bartók", para cuerdas y timbal, un lamento y un tombeau al ilustre compositor húngaro. Obra austera y meditativa, despliega un lenguaje original, difícilmente clasificable, aunque emplea reminiscencias ("músicas nocturnas", "El Mandarín Maravilloso", Música para cuerdas, percusión y celesta, entre otras), y recursos ( glissando en el timbal), de composiciones de Bartók. La versión fue recogida y profunda y a la cuerda se sumó el excelente aporte del percusionista Miguel Zárate.
El Divertimento para orquesta de cuerdas (1939), de Béla Bartók, es un prodigio de inagotable creatividad. En él está presente "lo húngaro" , en ocasiones evidente y las más de las veces transfigurado en un lenguaje renovado, no exento de notas de humor sardónico, cuya identidad bebe de la fuente folklórica sin convertirla en un manifiesto nacionalista. La escrupulosidad de las indicaciones de tempo (en el trágico Molto Adagio ) da origen a pequeñas estructuras que, sumadas, confieren pleno sentido a la estructura general. Esos detalles estuvieron claramente manejados y los cambiantes vaivenes parecieron siempre naturales y nunca artificiosos, para lo que se requiere de una conducción rigurosamente precisa y a la vez flexible que Bortolameolli exhibió con maestría. Su autoridad y la estupenda respuesta de la orquesta hicieron de la interpretación el punto alto del concierto.
La luz del triunfante acorde de mi bemol mayor iluminó el escenario en la apertura de la Sinfonía Nº 39 de Mozart. La versión fue vital y límpida y solo habría sido deseable un mayor equilibrio entre cuerdas y vientos. Momentos notables fueron el segundo movimiento ( Andante con moto ) y el desempeño de los clarinetes en el Menuetto .
En suma, un concierto de gran calidad donde se evidenciaron las virtudes de la orquesta y las del joven director que así reafirma la calidad que ha demostrado últimamente en nuestros escenarios.