Televisión Nacional de Chile entra en una nueva etapa de administración, una marcada por hechos inusuales en la historia de este canal. Lo más evidente es que la dirección ejecutiva asumida el 14 de julio pasado recae por primera vez en una mujer; lo más significativo es que se trata -también por primera vez- de una profesional de este medio audiovisual como Carmen Gloria López. Estos dos factores debieran ser distintivos de este cargo que, históricamente, ha estado marcado por la tensión de mantener una autonomía respecto del gobierno de turno y de las fuerzas representadas en su gobierno corporativo, que hoy encuentra, eso sí, en su nuevo presidente, Ricardo Solari, quizás a la figura más conectada y proactiva políticamente que ha pasado por ese sillón.
Si se intentara hacer una lectura de ese nuevo equilibrio de fuerzas en la administración de canal a partir de sus primeras acciones, ya hay hechos para destacar. El más relevante respecto del presente y el futuro de nuestra televisión: acortar -tal como Canal 13 hizo hace dos semanas- la emisión del noticiero central "24 horas" a 60 minutos de duración.
La propuesta de la administración de López -cuya nominación se vio amenazada por personeros políticos que le reprocharon dar opiniones personales a través de Twitter- es trabajar por un canal público donde la calidad de los contenidos y el rigor informativo sea lo fundamental. En su discurso inicial la periodista, que antes ejerció cargos editoriales, creativos y de programación, habló de ser más un canal de servicio para las personas que miran la pantalla en sus hogares -teléfonos y computadores- que para quienes fijan las ya añosas definiciones de pluralidad. Dijo que la sanidad financiera era necesaria, pero que las utilidades no podían ser el faro que iluminara cada decisión. En el fondo, dijo que las decisiones de esta nueva etapa no estarían regidas ni por el rating diario ni por el minuto a minuto, como falaz reflejo de lo que se cree que la gente o los avisadores "quieren ver", sino por lo que el equipo que liderará cree que es necesario ofrecer.
La reducción del noticiero a una hora tiene sentido en esa dirección. En un informativo que suele ser líder en sintonía, el canal sacrificó 30 minutos donde se cobran los avisajes más caros de la TV, a cambio de darle mayor exposición a su programación prime. Aunque simulaciones internas hablaban de una baja en rating para "24 Horas" y aunque el cambio de narrativa no esté del todo logrado aún, TVN busca que en este segundo semestre no pase lo del primero, cuando buenos programas como la serie "Pulseras rojas" y el docurreality "Cuarto medio" fueron invisibilizados por su horario de emisión.
El Consejo Nacional de Televisión recientemente cuestionó que estos dos espacios correspondieran a la definición de TV cultural que exige la ley, pero las definiciones añosas -ya está dicho- están cambiando no solo en la pantalla, sino en la sociedad. La inclusión, la tolerancia, la crianza responsable y la capacidad de empatizar son valores y conductas que hoy deben ser resguardados tanto como hace años lo fue la formación de un acervo cultural.
TVN se propone ser líder en esta misión y lo hace -seamos optimistas- despercudiéndose de los anclajes políticos y numéricos que lo llevaron a ser el canal donde la autonomía era amenazada y donde en los últimos años se allegaron espacios y rostros de entretención que poco tenían que ver con su misión. En su discurso, López dijo que el fracaso siempre era una opción real; quiso decir que ella prefería fracasar con algo que la enorgulleciera que con algo que la hiciera sonrojar.