Claro que "La Kalabaza de Pippa" -la versión mexicana que nos visita este wikén, del 'hit' de la escena hispana dirigida a la platea infantil- es un buen panorama para que los papás lleven a sus hijos en vacaciones escolares. Los chicos (edad recomendada entre 2 y 10 años) se entretienen con este espectáculo participativo, pueden cantar y bailar junto a los 7 ejecutantes y hasta en un momento son invitados a subir al escenario.
Otro asunto son sus méritos artísticos o creativos y si estos corresponden a lo anunciado. Cierto, es un "musical" porque contiene no menos de 12 canciones. Pero no lo es pues no califica dentro de ese difícil género del teatro, que en su modalidad para niños ha tenido en nuestro medio varios buenos exponentes. Baste recordar la notable "El mago de Oz", exhibida en 2012, y sin ir más lejos por estos días volvió a cartelera "Tarzán, el rey de los monos", taquillazo del 2000.
No confundamos las cosas, sobre todo tratándose del público en formación. En lo que aquí se ve y se escucha, hay una historia muy rudimentaria sobre la visita que la niña Pippa hace al "fantástico" mundo dentro de una calabaza gigante 'donde todo puede ocurrir'. La idea tan solo sirve de pretexto para hilar el desfile de pegajosos temas de contagioso ritmo 'funky', cada cual -perfectamente excluible del total- motivado por un distinto y básico 'personaje': Alí Babá, el cocodrilo, el pato o el elefante, en enormes figuras similares a disfraces publicitarios de multitienda.
Con su aspecto muy simple, colorinche y planificado, más que teatro propiamente tal parece un 'show' de animación. El que por lo general los ejecutantes se dirijan de frente a la platea ocupando el proscenio, luce también como si estuviéramos en un set de TV. Ellos dan además la impresión de doblar las canciones grabadas en estudio. En una gran pantalla al fondo se proyectan sencillas imágenes digitales en movimiento alusivas a cada episodio o cuadro.
Entonces la duda es qué motiva tanto éxito, cómo se explican los 600.000 espectadores españoles en tres años y las 150 funciones en México. Probablemente porque esos países nunca tuvieron en sus parrillas televisivas un fenómeno como "Cachureos", con sus dos décadas de permanencia en la pantalla chica (entre paréntesis la legendaria creación de Marcelo dio recién vivas señales de reflotar).
Teatro Nescafé de las Artes. Hoy, mañana y el domingo 27 a las 16:00 horas. Precios entre $5 mil y $22 mil.