Enzo Garrido A.

Patricio Rubio es considerado un "caso especial" en Universidad de Chile. A mediados de 2013 llegó con cartel de crack , luego que los azules pagaran a Unión Española cerca de un millón y medio de dólares por su la mitad de su pase, y si bien ha anotado 18 goles desde que llegó, su nombre estuvo asociado a exceso de peso, amenazas de los hinchas que lo vinculan a Colo Colo y reclamos por poca actitud en la cancha.

Eso provocó que una vez finalizado el Clausura, en el directorio de Azul Azul se discutiera sobre su caso. Incluso, hubo miembros de la mesa que estaban abiertos a vender el pase del jugador. Sin embargo, la llegada de Martín Lasarte afirmó al delantero en el CDA, donde todos coinciden en que el uruguayo está provocando un cambio positivo en el jugador.

La estrategia del uruguayo fue decirle en su cara los defectos. También los hizo notar ante los medios: apuntó a la tendencia a engordar del atacante, a su poco control mental e incluso dijo que era un futbolista "lagunero". Es precisamente en esos aspectos donde "Machete" le ha puesto metas a Rubio. A esas exigencias, el ariete se impuso una mayor: jugar la Copa América 2015.

"Cuando terminó el campeonato pasado, se hablaba de posibles ventas de su pase, pero Lasarte habló con él, le hizo ver que lo quiere de titular y que por nada del mundo permitiría su traspaso", reconoce Sergio Gioino, representante del jugador y delantero campeón con la U en 2004.

En el club están atentos al desempeño de Rubio. "Es que otro semestre malo significará su salida del club y no a uno mejor, sino que a uno de menor jerarquía. Ese es un paso complejo, porque significa una devaluación", advierten en el predio de La Cisterna.

Rubio tuvo un aceptable debut el domingo ante Cobresal, en los 77 minutos que jugó. Anotó un gol y -como jamás había ocurrido desde que firmó en los azules- se le vio activo en la marca, tapando la salida de los laterales, ayudando en la presión del mediocampo, corriendo mucho y, sobre todo, evitó reclamar contra el árbitro, sus compañeros o los rivales.

"Hay claros ejemplos de su cambio. Antes llegaba siempre sobre la hora a entrenar y ahora se pelea por ser el primero y compite con Gustavo Canales. En el semestre pasado era el primero en irse; ahora, al menos dos o tres veces en la semana, entrena aparte", explican en el CDA. La misma fuente agrega que "ha perdido más de cinco kilos y ha elevado su masa muscular; en todo caso, todavía le falta, y esperamos que en dos meses más esté en su mejor nivel".

Este sábado, la U enfrenta a O'Higgins en Rancagua. Será la segunda prueba para Rubio, un jugador que llegó con cartel de estrella a la U, pero que todavía no logra refrendar todos los dólares que invirtió Azul Azul.