Señor Director:
En su carta (sábado 19), Hernán Corral recapitula nuestro intercambio para llegar a la conclusión de que diferimos en nuestra apreciación sobre Hobby Lobby, es decir, al punto de partida.
Insatisfactorio es que Corral no articula argumentos para respaldar su apreciación, acaso sugiriendo que discutir sobre sentencias es similar a hacerlo sobre gustos culinarios. Lo único es su referencia al juez Alito, para quien las sociedades con fines de lucro pueden conformar sus actividades a criterios éticos y religiosos, ya que no solo buscan utilidades, sino que apoyan múltiples causas.
Es un mal argumento. Es trivial que determinadas formas pueden ser utilizadas con fines que no les son propias. Así, la forma "societaria" que se ajusta a los negocios con fines de lucro se usa también para otros fines. Pero del hecho que una sociedad siga fines ajenos a su forma no se deduce que la legislación deba adaptarse a ellos. Ya que buscan utilidades, deben estar sujetas a la ley general, y así impedir asimetrías de poder entre empleadores y empleados en razón de creencias religiosas -protegiendo así la libertad, también religiosa-.
Según Corral, coincidimos en cuanto a otorgar excepciones a iglesias y asociaciones religiosas sin fines de lucro. Esto es parcialmente correcto. En mi opinión, argumentos de justicia a favor de excepciones para personas jurídicas religiosas sin fines de lucro (el caso es diferente si ellas surgen del proceso democrático) deben estar sujetas a la lógica que tradicionalmente ha animado a la Corte (aunque en ocasiones su aplicación haya sido -como en Amos- errada). La lógica es que la actividad en cuestión debe ser suficientemente religiosa.
Así, Nation of Islam (iglesia supremacista negra) puede discriminar racialmente en su membresía, pero no, como lo estableció la Corte en Bob Jones, una universidad cristiana al prohibir matrimonios y citas interraciales -la administración de una universidad no es parte de los principios religiosos-. Con igual lógica, me parece incuestionable que una universidad de inspiración cristiana que despida a una profesora por convivir con un hombre separado debería, al igual que Bob Jones, perder su estatus de exención tributaria.
Daniel LoeweEscuela de Gobierno
Universidad Adolfo Ibáñez