Algunas cosas no cambian, como el efecto de los resultados de la selección en el campeonato local. El triunfo internacional es directamente proporcional al entusiasmo y asistencia del público a los estadios. Este Mundial no fue la excepción y en el retorno "a lo nuestro" lo hemos comprobado una vez más. Hay ganas de ver fútbol.
Y hay más alicientes. Como el retorno de Jean Beausejour. Si él deja una liga poderosa para volver al torneo de sus inicios, es razonable que el hincha quiera retornar a los estadios. Lo mismo vale para el deseo de Mauricio Pinilla de regresar, aunque no se concrete. Y también suma lo de Fabián Orellana. Son figuras que realzan el torneo y entusiasman a la hinchada.
También ayuda la consagración y el progreso de nuestros jugadores en el extranjero. El éxito del campeonato local y el de los emigrados se nutre mutuamente. El torneo alimenta a la Roja y los seleccionados nutren al campeonato como vitrina. Por eso no se puede descuidar a ninguno (y ahora se ha descuidado el plano local con una desdichada Copa Chile). Los movimientos de Gary Medel, de Arturo Vidal, de Mauricio Isla, han ayudado a crear un buen ambiente en los últimos días.
Aunque nadie lo puede garantizar, pareciera que estamos al inicio de lo que puede ser un gran campeonato. Los refuerzos de Colo Colo pudieron hacer pensar en una "carrera corrida" para los albos, pero su actuación en Arica aterrizó esa expectativa. Y la acentuó el notable primer tiempo de la U en un colmado Santa Laura. Y también ayudó la muestra (muestra reducida, eso sí) de la Católica.
El campeonato renueva su encanto a pesar de todo. A pesar de canchas donde no rueda limpiamente la pelota, a pesar de algunos estadios demasiado feos, a pesar de un formato en el que los rivales no juegan de ida y vuelta (o van o vuelven, nada más). Pero es el campeonato que nos convoca y que produce grandes figuras.
Figuras cuyo triunfo nos conmueve y que ellos retribuyen con gestos de bien nacidos. Regalos para los niños, visitas a todos los sitios donde los requieran, apoyo a agrupaciones vecinales y, por sobre todo, apadrinamiento de campos deportivos para futuros cracks .
Una idea: que estos generosos triunfadores aporten también, con recursos, con ideas o contactos para ir en ayuda de aquellos (muchos, tantos) que no alcanzaron a la cima del fútbol. Ellos saben, mejor que nadie, lo que cuesta llegar a las alturas y cuál es el panorama que se les presenta a los que no llegaron.
Es una idea.