Señor Director:
En relación con
la carta del diputado señor Jaime Bellolio publicada el miércoles, consideramos necesario precisar:
Nuestro sistema de educación superior está organizado en universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica. Se trata de instituciones de distinta naturaleza y función que necesariamente tienen diferencias en sus proyectos educativos que no se pueden desconocer y claramente la discusión de esta ley no refleja una discriminación hacia los estudiantes de los IP.
Consistentes con su fin, los IP no acreditan áreas electivas como investigación, vinculación con el medio y docencia de posgrado. Asimismo, al analizar la acreditación de las carreras de la salud, salen a la luz diferencias más profundas en aspectos como selección de estudiantes, tasas de titulación, tasas de deserción y duración de la carrera, entre otros.
Por otra parte, tal como lo señala el señor diputado, este proyecto efectivamente es un tema "sensible" para los chilenos, que impacta en la salud de las personas, porque el nivel de preparación y profesionalismo de quien atiende puede significar un aumento en sus hospitalizaciones, discapacidades o muerte. Sin este proyecto de ley se generaría una brecha en la atención de salud que recibirían los chilenos.
Si analizamos las experiencias de los países desarrollados, nos damos cuenta de que a partir del Convenio de Bolonia, algunos países europeos como España tuvieron que adaptarse a los requerimientos de instrucción de profesionales de la salud. En el caso de enfermería, se aumentaron los años de estudio y su formación pasó a ser impartida por las universidades. Más aún, a partir de los resultados de una investigación multicéntrica en nueve países, encomendada por la Comisión Europea, se establece que el nivel de formación universitaria logra disminuir entre 7% y 10% la mortalidad en pacientes hospitalizados.
Este proyecto de ley no pretende por sí solo el cambio radical del sistema de educación superior en el país, ni mucho menos del sistema de aseguramiento de la calidad. Consideramos un imperativo moral y jurídico proteger a la persona en estado de enfermedad y contribuir a la salud pública nacional.
María Consuelo CerónDirectora Escuela de Enfermería
Universidad de los Andes
Cecilia Latrach A.Directora Escuela de Enfermería
Universidad Mayor
Paz Soto F.Académica Escuela de Enfermería
Pontificia Universidad Católica de Chile