Señor Director:

En los últimos meses se han venido discutiendo diversos proyectos asociados a la reforma educacional que impulsa el actual gobierno. Se ha hablado de la necesidad de una educación gratuita, pública y de calidad. ¿Está la educación chilena en crisis? La respuesta definitivamente es sí. Está en crisis la más importante de todas: aquella que se adquiere en la casa, en cada familia, en cada hogar. ¿A quién le cabe duda alguna de que lo anterior es cierto cada vez que vemos tirar basura por la ventana de un auto, no dejamos pasar amablemente a quien lo solicita, vemos jóvenes destruyendo todo a su paso en las manifestaciones masivas o compatriotas entrando a la fuerza y sin entradas en un estadio?

Pero hay una buena noticia. La educación que requerimos como país es gratuita y a la vez privada. Requiere eso sí de esfuerzo y voluntad, y particularmente de amor. La tarea de cada uno de nosotros en su propio hogar es la clave para nuestra sociedad, que ha ido lentamente olvidando valores como el respeto, el esfuerzo, la perseverancia, el sacrificio y tantos otros. Nuestra primera responsabilidad como padres es educar. Esa responsabilidad es ineludible, es un compromiso de por vida y jamás debe delegarse como un cheque en blanco y de manera cómoda a terceros (colegios).

Cuando entendamos eso como sociedad, seguro que tendremos aquello que tanto anhelamos: una educación gratuita, privada y de calidad.

DR. Sebastián Rodríguez
Director de Investigación y Postgrado Universidad Santo Tomás