El torneo de Clausura 2014, de acuerdo a la nueva nomenclatura, ya tuvo números; y Estadio Seguro, aunque aún faltan dos fechas, entregó unas cifras globales que dicen mucho, especialmente si se comparan con lo que ocurrió en el Apertura 2013.
Es una comparación aproximada, porque varían los partidos de local y los clásicos, pero lo grueso se mantiene.
Colo Colo llevó a 258.116 personas en sus partidos como local y el estadio Monumental se hizo estrecho.
En el campeonato anterior fue lo contrario: el estadio les quedó grande y fueron en total 117.939 espectadores a ver al equipo de sus amores.
Incluso quedaron bajo Universidad de Chile, que hasta levantó la voz, para poner en duda el arrastre y la popularidad de uno y otro.
Esta vez la muchedumbre alba asistió al Monumental y la cifra más que se duplicó: 140 mil 177 personas más que en el torneo anterior.
Ahora fueron campeones, lograron la estrella 30 y la pasión alba se inflamó.
Cuando el equipo gana, corren al estadio y van: 258 mil.
Cuando pierde, dejan de ir: 117 mil.
Es normal y no pasa nada: antes que colocolinos son humanos.
El caso de Universidad de Chile fue el inverso.
Apertura 2013: 188.735 espectadores de local.
Clausura 2014 van 78.823 y con suerte llegan a la mitad del torneo pasado.
La "U", entre otras cosas, se ha desgastado con la idea del estadio propio y ese discurso la distanció del Estadio Nacional que era su espacio natural.
Los de Azul Azul se autoimpusieron el sambenito del estadio propio y marchan en procesión y se dan de latigazos, porque aún no encuentran ni barrio ni comuna y solo tienen morral y maqueta.
El discurso de los dirigentes convirtió al orgulloso romántico viajero en un vagabundo en situación de calle.
Los hinchas, en consecuencia, ante la pérdida de la brújula y el peso del relato, prefieren quedarse en sus casas: 109.912 mil espectadores menos entre un campeonato y otro.
El caso de Universidad Católica.
Apertura 2013: 78.939.
Clausura 2014: 48.895.
No es un asunto de salir segundos.
Los equipos del Beto Acosta y Néstor Gorosito, comandados por Manuel Pellegrini, en las temporadas 1994 y 1995, fueron segundos, pero eso en la historia da lo mismo. Ocurrió hace dos décadas, y los que los vieron no los olvidan. Cuadros formidables que amplificaron los órganos y la sensibilidad de la UC: corazón, empuje, coraje y el hambre del que nació pobre y honrado.
Ahora se han estrechado y reducido esos órganos y sensibilidad.
De seguir así de menguantes se corre el riesgo de perder Santiago, incluso Santiago Oriente y solo les quedaría el distrito 23.