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Sábado 19 de abril de 2014
Neruda critica a Mao Tse-Tung
19 de abril de 1964
"Mao Tse-Tung se ha transformado en un buda viviente, aislado del pueblo por los bonzos de su corte, que interpretan según sus deseos el marxismo y la historia contemporánea. Los campesinos se arrodillan ante el retrato del guía. ¿Es esto comunismo?".
Esta declaración -realizada por el poeta Pablo Neruda en un discurso "antichino" pronunciado en Santiago- fue publicada por el diario oficial soviético Pravda el 19 de abril de 1964. Así lo informaba "El Mercurio" al día siguiente, sosteniendo cómo la tensión entre la Unión Soviética y China se había vuelto más evidente, al grado de citar las críticas antimaoístas del famoso vate a modo de provocación. "El Kremlin ha comenzado a atacar personalmente a Mao. Hasta hace unos días dirigía los ataques refiriéndose solamente a los dirigentes chinos", se leía.
Lo cierto es que Neruda afirmaba que Mao Tse-Tung estaba tratando de crear en su país una especie de culto a su personalidad, como el que creó Stalin a la suya en la Unión Soviética: "Cualquiera que ha estado en China ha podido ver que el período de Stalin se está repitiendo allí. En todas las esquinas de las calles hay retratos de Mao".
Los dichos del poeta resultaban elocuentes, considerando que años antes había alabado la revolución del líder comunista chino. En un poema de su libro "Las uvas y el viento" (1954), se le homenajeaba con versos como: "Respirando la patria, desfilaban los hombres frente a Mao y con zapatos nuevos golpeaban la tierra, desfilando, mientras el viento en las banderas rojas jugaba en lo alto Mao Tse-Tung sonreía".
No obstante, ya en un viaje a China en 1957, Neruda había manifestado su desilusión por la represión maoísta. Al igual como le había sucedido con Stalin. Después de ser un ferviente admirador, el poeta reconoció en sus memorias "que había contribuido en alimentar ese pérfido culto personalista".
Por otra parte, en las declaraciones publicadas en la prensa, Neruda no solamente criticaba al líder chino, sino que iba más allá, denunciando los crímenes que se estaban cometiendo en ese país contra los artistas disidentes. Como el caso de Tieng Ling, a quien él consideraba la más eminente representante de la novela china. "Ha desaparecido recientemente, después de ser condenada por haber sostenido un idilio, hace 25 años, con un partidario de Chang Kai-Chek", revelaba Neruda. "Primero, la condenaron a lavar platos y a dormir en el suelo en una comuna campesina popular. Desde entonces no hemos vuelto a oír a hablar de ella".
Al parecer, el único buen recuerdo que el Premio Nobel conservaba en ese entonces era una caracola que Mao le habría obsequiado para su famosa colección.