Resulta necesario contextualizar algunas aseveraciones sobre la Alta Dirección Pública (ADP) hechas en "El Mercurio", el miércoles 9 de abril, por el investigador
Salvador Valdés, quien responsabiliza a la Nueva Mayoría de las falencias de diseño y funcionamiento del sistema, sin hacerse cargo en modo alguno de las malas prácticas y de la falta de voluntad del gobierno anterior, del que formó parte, para enmendarlo de un modo sustantivo.
El establecimiento de un filtro de mérito y la fijación de un nuevo estándar para ejercer un alto cargo directivo han sido un avance sustantivo para el país. Sin embargo, dos cambios de coalición en el gobierno han dado la alerta respecto de que el modelo de selección admite correcciones, en aspectos tales como el nombramiento de transitorios y provisionales (TyP), desvinculaciones de directivos seleccionados y metas de gestión.
El estatuto ADP, consensuado el año 2003, producto de un acuerdo político-legislativo, aprobado prácticamente por la unanimidad de la Alianza, estableció la figura de los directivos transitorios y provisionales (TyP), quienes pueden ejercer el cargo mientras se realiza el respectivo concurso público. Esta atribución, utilizada todos estos años por la autoridad, fue usada profusamente también por el gobierno del Presidente Piñera. De hecho, el 60% de los nombramientos de I Nivel realizados durante el transcurso de su administración recayó en un TyP, que había sido puesto allí previamente por la autoridad.
Respecto de los despidos, en el primer año de gobierno de la Alianza las desvinculaciones llegaron a un 63% en el I Nivel. Entonces, el ministro Cristián Larroulet las explicó, en el Congreso Nacional, definiendo a la ADP como un sistema creado para reclutar a los mejores cuadros directivos de cada gobierno. Más directo, el senador Alberto Espina sostuvo sin tapujos: "Los cargos de confianza del Gobierno tienen que ser reemplazados por profesionales afines a las políticas del Presidente de la República y sus ministros".
En materia legislativa los esfuerzos del anterior gobierno fueron insuficientes y no llegaron a destino. El primer proyecto de ley ingresado al Parlamento por el Presidente Piñera, que no se hacía cargo de los TyP, pero que fue enriquecido en ese tema por el debate legislativo, fue rechazado en noviembre de 2011, debido a la deficiente gestión legislativa del Ministerio de Hacienda, pese a contar con los votos suficientes en la sala de la Cámara de Diputados. Se requirió, en forma insistente, evitar la urgencia y legislar con más profundidad, en lugar de la ley corta que se pretendió.
Lamentablemente, la hoy decidida voluntad de "rescatar" la ADP no se tradujo en ese momento en una pronta reposición de la iniciativa en el Parlamento. Un proyecto para perfeccionar la ADP solo fue ingresado a tramitación en septiembre de 2013, a escasos cinco meses del término del gobierno y en plena campaña electoral. Este texto, para ser precisos, otra vez dejaba inalterable la figura de los TyP en el I Nivel.
A menos de un mes de asumir, recogiendo la experiencia acumulada en estos 10 años de funcionamiento de la ADP, el actual gobierno -con fecha 31 de marzo- ha dictado un instructivo presidencial para mejorar la gestión y agilizar los procesos, regular las desvinculaciones en el II Nivel, delimitar las actuaciones de los TyP y optimizar el uso de los convenios de desempeño y su seguimiento por parte de la autoridad. El anterior gobierno tardó nueve meses en emitir un instrumento similar.
Con todo, más que una disputa estéril, lo que se requiere es un nuevo acuerdo para perfeccionar la Alta Dirección Pública. El programa de Gobierno de la Presidenta Bachelet establece un camino en ese sentido, con medidas claras y concretas que apuntan, entre otras orientaciones, a su extensión a los servicios públicos del gobierno central hasta ahora excluidos y a otros ámbitos, una mayor delimitación del factor mérito y confianza entre los cargos de I y II Nivel, y claras restricciones a la figura de los TyP.
Carlos MontesSenador PS
José Miguel OrtizDiputado PDC
Enrique JaramilloDiputado PPD