En mayo del 2010, a un mes del Mundial de Sudáfrica, se estrenó la película que cortó más entradas ese año: 120 mil.
La cifra no es para sorprender ni tirarse al suelo ni hacerse rico, pero el dato que falta es que "Ojos rojos" fue un documental, y el que ha llevado más espectadores en la historia del cine nacional.
La película de Juan Ignacio Sabatini, Ismael Larraín y Juan Pablo Sallato, rastreó, filmó y conservó la clasificación para el Mundial y también capturó el trabajo, misterio y personalidad de Marcelo Bielsa.
Sin "Ojos rojos" sabríamos menos del proceso, juego y sentimientos de la selección.
El cine, entre otras cosas, existe para que la memoria tenga densidad, profundidad y cariño.
El 17 de abril se estrena "El sueño de todos" de Hernán Caffiero, y en su filmografía previa lo que aparece es "Raza brava" (2008), donde hizo de todo: director, guionista y además participó en producción, fotografía y montaje.
En "El sueño de todos", que se exhibirá en 3D, está el proceso, las bambalinas e interiores de la cocina que nos puso en el Mundial del 2014.
Para ver la película se va a cobrar entrada, sin duda, y los que la filmaron no esperan perder plata, sino ganar lo que más se pueda, para seguir adelante en un oficio donde el éxito y la penuria ocupan casas pareadas.
Hoy, un buen proyecto, una idea oportuna y un contrato firmado; y mañana se rompen huevos pidiéndole a la Corfo, al Fondart o al pariente rico. Es así.
Los seleccionados saben lo que cuesta ganarse la vida, y por eso un representante les maneja cobros, porcentajes, adelantos, primas, tajadas, premios, impuestos y regalías.
Se hacen pagar por su profesión, como es normal, y también cuando se lucen en avisos publicitarios y quizás cuando asisten a programas de TV, y en decenas de cosas impensadas, porque la imaginación de sus representantes desconoce límites a la hora de ganar plata. En los meses que vienen, que nadie tenga dudas, aparecerán hasta en la sopa y cada cucharada tuvo buen precio. Bien por ellos.
El entrenador Jorge Sampaoli, en esto es un lince, y así como fue rostro de un banco, al comienzo, después fue rostro de otro banco, y para despejar cualquier oportunismo, se apunta el año que abrió cuenta: 2011.
Escuchen lo que asegura el técnico: no hay ideas pequeñas, solo sueños grandes.
Ya son gigantes, entonces no sean egoístas.
Que ningún seleccionado ensucie o enturbie el documental.
Que nadie se asombre porque hay dinero de por medio y van a cobrar dos, tres o cuatro lucas por una entrada para ver una película.
Un documental que, si es como "Ojos rojos", tiene la misión del cine: dejar en la memoria chilena a esos jugadores y su selección.