Señor Director:
A propósito de la columna de
Rubén Covarrubias del 2 de enero, "CNA y el dedo del emperador", invito a los lectores a revisar las resoluciones de acreditación -se encuentran en www.cnachile.cl- para comprobar los fundamentos de las decisiones de la CNA.
Descubrirán, por ejemplo, que en nuestro sistema de educación superior hay instituciones que se declaran docentes y que, sin embargo, casi no tienen profesores de jornada completa. También se encontrarán con instituciones que en promedio titulan a menos de un tercio de los alumnos que matriculan en primer año y que estos pocos titulados demoran siete y más años en completar carreras que en teoría debieran durar cinco, o que en pruebas al egreso muestran mayoritariamente insuficiencia de conocimientos. Este tipo de indicadores en la docencia de pregrado son "francamente inaceptables" y llevan a la comisión a decisiones de no acreditación.
Respecto de la evaluación financiera de las instituciones, objetada también en la columna citada, puedo informar que desde 2012 ellas han sido hechas por Feller Rate Consulting y se basan en los análisis que habitualmente utilizan las clasificadoras de riesgos. Esas evaluaciones evidencian, en algunos casos, altos niveles de endeudamiento, fuertes pagos a terceros por servicios y arriendos (de instalaciones muchas veces precarias) y alta dependencia del CAE; en breve, una situación financiera derivada de una cuestionable gestión institucional y que pone en riesgo la sustentabilidad de los proyectos educativos.
Finalmente, la desafortunada analogía hecha por el señor Covarrubias entre la CNA y el Circo Romano puede llevar a pensar que la decisión de acreditación es tomada por una persona. Cabe recordar que la comisión es un cuerpo colegiado, conformado por quince personas, en que las decisiones se toman por mayoría, en votaciones que son públicas. Actualmente participan en la en ella dos ex rectores de universidades (PUCV y Universidad de Tarapacá), un ex rector de un IP (Duoc), un académico de la Universidad de Chile, una académica de la Usach, un académico de la Universidad de Concepción, tres académicos de la PUC, un académico de un IP (AIEP), dos abogadas, un representante del sector productivo y dos estudiantes (de las universidades de Magallanes e Iberoamericana).
Por cierto, los debates de acreditación son intensos, rara vez las decisiones son unánimes y no guardan relación alguna con el dedo de ningún emperador.
Matko Koljatic
Presidente Comisión Nacional de Acreditación