Señor Director:
El domingo pasado,
Sergio Urzúa reflexiona sobre el desequilibrio que existiría en la capacidad de influencia política de los jóvenes sub 30 de izquierda, en relación con aquellos pertenecientes a otros sectores y sensibilidades. Una mezcla de destreza política, capacidad intelectual y articulación serían las claves de la abrumadora ventaja que, a su juicio, tendrían esas posiciones.
Me parece que Urzúa tiene mucho de razón, y empatizo con su preocupación. La escasa presencia en la dirigencia de las agrupaciones intermedias (federaciones, centros de alumnos, gremios, sindicatos, etcétera) y la falta de actualidad del ideario político (el llamado “relato”) de aquellos sectores que no nos sentimos interpretados por los discursos más disruptivos, explican la hegemonía cultural que estas posiciones han ido ganando.
A ello, añadiría, además el retraso evidente en el manejo de técnicas comunicacionales y la magra presencia en redes sociales. Quizás la comodidad, la retórica “antipolítica”, la opulencia y el exitismo en clave puramente materialista podrían dar algunas pistas de la indolencia y el fracaso político que exhiben en estos segmentos etarios, entre otras, las tradiciones políticas socialcristianas, republicanas y liberal-conservadoras.
En este contexto, los jóvenes no podemos hacernos cargo del pasado, pero sí del futuro. Y existen buenas razones para mirar el porvenir con optimismo. Nosotros en IdeaPaís llevamos cuatro años trabajando en la formación de más de dos mil jóvenes, de diferentes realidades sociales e intereses, comprometidos con lo público, y que prontamente darán que hablar en diversos espacios. Y no estamos solos, somos parte de una generación marcada por la solidaridad, el servicio, el pensamiento crítico y la responsabilidad ciudadana.
Quienes fuimos dirigentes estudiantiles conocimos en primera persona y por anticipado muchos de los debates que hoy enfrenta Chile. Por ello no sorprende el florecimiento de diversas iniciativas que, con sus matices y diferencias, responden a una inquietud por un Chile más humano y más justo. Pienso en iniciativas como el IES, Res Publica, Jóvenes y Política, ChileSiempre, CientoOchenta, CDC y tantos otros grupos que cultivan la formación pública y la acción política de los “sub 30”. Serán ellos, hijos de nuestro tiempo, los encargados de hacerse cargo en serio de los dilemas que Sergio Urzúa indicó en su columna. Como dice el dicho, “estamos trabajando para usted”.
Diego Schalper SepúlvedaDirector Ejecutivo IdeaPaís