David Reyes Es el campeón vigente, título que consiguió hace un par de meses en una recordada final ante Universidad Católica, pero no era anoche el favorito en las apuestas.

La U tenía que conseguir una victoria por tres goles ante Ñublense y, de paso, esperar que Temuco derrotara a Concepción para empezar a jugar con la diferencia de goles para tener, así, una oportunidad de seguir con vida en la Copa Chile.

No lo logró.

Sin jugar un mal partido, la U no fue capaz de hacer su tarea -empató 2 a 2 ante los chillanejos con goles de Sebastián Varas y Tomás Lanzini para los visitantes, y de Charles Aránguiz (penal) y Ramón Fernández para los azules- mientras que los penquistas sí cumplieron su objetivo: superaron por 3 a 0 a un alternativo rival temuquense, lo que los catapultó a los octavos de final del torneo.

El traspié azul, qué duda cabe, se concretó anoche, pero tuvo su gestación mucho antes. Fue en las primeras fechas cuando de la mano del cesado DT Darío Franco no logró cosechar puntos, lo que terminó marcando a fuego su destino.

Su sucesor -Marco Antonio Figueroa- poco fue el rumbo que pudo enmendarle al equipo aunque en las últimas dos presentaciones los universitarios lograron al menos cosechar puntos que disimularon un poco la mediocre participación de la U en el torneo.

Si de algo sirvió la presentación de anoche de la U fue, al menos, para visualizar lo que Figueroa intentará aplicar en los próximos desafíos -el Torneo de Apertura y la Copa Sudamericana- que, ahora sí, serán exigibles en términos de rendimiento.

Así, la conformación de una defensa de cuatros hombres, la presencia de un "enganche" y la conformación de una dupla ofensiva parecen ser claves del fútbol que exhibirá de ahora en más Universidad de Chile para intentar no tener otra noche amarga como la que vivió ayer.