En San Francisco y en 1933, un niño vestido de cowboy y con antifaz, visita una feria itinerante, donde el viejo Oeste está en las vitrinas. Después de un oso y un búfalo embalsamados, aparece el noble salvaje, es decir, un viejo indígena derrotado que parece disecado, pero no lo está.
El comanche Toro (Johnny Depp), cuyo nombre original es Tonto, le contará al niño la historia del Llanero Solitario (Armie Hammer), que también es la suya y por eso se remonta a Texas, en 1869, durante la construcción del ferrocarril.
En el comienzo, el héroe se llamó John Reid, un hombre que estudió leyes y fue vigilante de Texas, antes de cambiar los códigos por el látigo y la pistola, porque era la única forma de poner justicia en un territorio dominado por los ricachones y sus bandoleros.
El testimonio de Toro sigue la representación que el cine ha hecho del Oeste y recorre varias de las imágenes capitales del western: la espera de los pistoleros en la estación, los colonos que presienten el ataque, el barón del ferrocarril o los colores y mujeres del salón.
También los grandes escenarios, el asalto al tren, el Séptimo de Caballería y las matanzas indias, con una rareza en estos puntos, porque la película es una comedia del Oeste, al fin y al cabo, pero una comedia que se levanta sobre una conquista cruel y sanguinaria, con vocación de exterminio.
La película no oculta la crueldad y la sangre, como si su intención fuera pedagógica y extrema: resumir la historia del Oeste, con todo lo bueno, pero también con lo malo y claro que lo feo.
El director Gore Verbinski, según el método de su trilogía "Los Piratas del Caribe", destripa el género en el que se basa, exhibe sus órganos y así se escribe una larga película con aires de parodia y momentos de irreverencia, donde las abundantes referencias cinematográficas apuntan a los spaghetti western, el empleo del zoom y el tipo de música.
El gran protagonista no es el personaje del título, sino el indio que parte siendo un enemigo y luego se convierte en salvador, guía y mentor, pero nunca llega a ser realmente amigo.
En torno a estos seres a horcajadas entre magia y realidad, Johnny Depp ha construido su carrera. A las órdenes de Tim Burton, para Ichabod Crane, Willy Wonka o Barnabás Collins; o con Gore Verbinski, como el capitán Jack Sparrow.
Toro está en esta línea, es un personaje que sobrevive a su tribu, conserva sus creencias y mantiene su propia agenda, pero al mismo tiempo construye el nuevo mundo y su contribución es la formación del Llanero Solitario.
Primero debe revelar lo absurdo y cómico de su acompañante, alguien que utiliza un antifaz inútil e innecesario y solo muy hacia el final entiende cuál es su misión en el Oeste.
La misión de Toro es titánica: debe lograr que el más torpe y tonto de los blancos se convierta en héroe.
"The Lone Ranger". Estados Unidos, 2013. Director: Gore Verbinski. Con: Johnny Depp, Arnie Hammer, William Fitchner. 149 minutos. Todo espectador.