El Mercurio.com - Blogs : Aplazamiento del fallo de la Corte de La Haya
Editorial
Domingo 14 de julio de 2013
Aplazamiento del fallo de la Corte de La Haya
Alterar la estabilidad de las fronteras, desentenderse de tratados vigentes y transgredir normas y principios rectores del derecho internacional acarrearía gravísimas consecuencias que la Corte no podría desconocer.
Luego de más de cinco años de tramitación, y más de seis meses desde que concluyeron los alegatos orales, el secretario de la Corte de La Haya informó a las partes que el fallo sobre la delimitación marítima entre Chile y Perú no se conocerá este mes.
Cualesquiera sean las razones de la prolongación de la espera de la sentencia, su postergación sine die merece comentarios. Desde luego, por la contingencia de eventual uso político del mismo, por los espacios para exacerbar nacionalismos, por su impacto en la campaña presidencial chilena y, también, por el enrarecimiento proveniente de las interpretaciones especulativas de la demora, adelantadas en su favor por el gobierno peruano. Muy probablemente, la sucesión de declaraciones de los más diversos actores políticos sobre la importancia del fallo en relaciones bilaterales se tornará también excesiva y redundante.
Pero los factores ajenos al litigio no alteran la serenidad y confianza con que debemos esperar la resolución de la Corte Internacional. Las macizas, fundadas y coherentes presentaciones de los agentes y abogados probaron los derechos de Chile y ameritan que la Corte rechace la demanda peruana en su totalidad y declare, en primer lugar, que la frontera marítima con Perú está debida y previamente delimitada entre las partes por los tratados de 1952 y 1954. En segundo término, que el alto tribunal sentencie que las zonas marítimas adyacentes están delimitadas por una frontera que sigue el paralelo de latitud que pasa por el hito fronterizo más occidental de la frontera terrestre entre Chile y Perú, más conocido como hito 1, que tiene latitud 18 grados, 21 minutos, 03 segundos sur. Y que declare, en tercer lugar, que Perú no tiene soberanía sobre ninguna zona marítima al sur de dicho paralelo. El método seguido para la delimitación fue convenido y aplicado por los estados de la costa oeste de América del Sur. Su desconocimiento tendría implicancias regionales.
La referida frontera ha sido respetada y practicada por más de medio siglo por Chile, Perú y por la comunidad internacional. Su vigencia ha permitido una frontera estable y en paz en territorios de una historia antes agitada. Cerca de medio millón de personas y la pesquería que tiene como bases a Arica e Iquique se han desarrollado dependiendo de la frontera ya establecida. Alterar la estabilidad de las fronteras, desentenderse de tratados vigentes y transgredir normas y principios rectores del derecho internacional acarrearía gravísimas consecuencias que la Corte no podría desconocer.