Rodrigo Fuentealba Mario Salas grita una y otra vez al costado de la cancha. Pide más agresividad, más coraje, más intensidad, mientras los escasos espectadores que convoca el Mundial Sub 20 en la subsede de Antalya miran indiferentes.
El seleccionador estaba obsesionado con encimar a los ingleses y ganar los duelos individuales. Llevar el trámite al límite físico y ahí marcar la diferencia era la consigna. Le resultó en la primera parte ayer, pero el equipo decayó en su trajín durante el complemento, una película que se repite del Sudamericano, donde la Sub 20 timbró una primera fase demoledora (ganó sus cuatro partidos), pero luego clasificó quemando aceite en el hexagonal.
El exceso de revoluciones asoma, a lo menos, peligroso en las condiciones climáticas que acompañan al evento planetario. Ayer se jugó con más de 30° de temperatura y el equipo terminó acusando fatiga, llave para el repunte inglés.
"Chile bajó en el segundo tiempo, el calor debe haber influido. Por lo que he mirado, el equipo que jugó el Sudamericano era más compacto. En el torneo en Argentina, Chile empezó mejor de lo que terminó (...) El Mundial de la categoría es otra cosa, no sé si más fácil o más difícil que el Sudamericano, pero sí distinto. Empatar con Inglaterra no es fácil, es un equipo que no cambia nunca, muy ordenado, no hace cosas distintas como las hace Rabello, pero te hace un gol de la nada como sucedió hoy (ayer)", opina el argentino Hugo Tocalli, campeón del orbe en 2007.
El ex seleccionador albiceleste sugiere que "Chile no piense todavía en la final. Con cuatro puntos para mí está clasificado, pero debe ir partido a partido".
Dudas en el ataque
El esquema táctico, para Salas, está por sobre los jugadores. Tres volantes ofensivos y un punta dice la teoría. Y en la práctica, Ángelo Henríquez es ubicado sobre la banda. Nelson Acosta ve otra solución: "Castillo no tiene que arrancar de atrás, porque cuando lo hace, se pierde (...) Podrían jugar los dos. Henríquez por las bandas se pierde, con Castillo igual. El hábitat de ambos, y por algo son goleadores, es estar cerca del arco. Por la raya cuesta más que lleguen al gol".