María José Ahumada
Fin al lucro, educación de calidad, dar término a la segregación y un avance sustantivo hacia la gratuidad universal son los cuatro pilares fundamentales de la reforma educacional que la candidata presidencial Michelle Bachelet anunció ayer en su comando.
Luego de recibir de parte del equipo encargado en el área las principales propuestas y además de haberse reunido el jueves con los rectores de las universidades estatales -en una cita que fue privada-, la abanderada del PS, PPD, PC y MAS finalmente entregó los detalles de lo que será su reforma educacional en un eventual gobierno, y explicó que la idea fundamental de esta propuesta es que la educación deje de ser un bien de consumo y se convierta en un "derecho social", lo que aseguró será materializado a través de un proyecto de ley que será entregado dentro de los primeros cien días de su gobierno, en caso de ser elegida.
Las propuestas
Los anuncios de la abanderada -que enfatizan la educación pública- involucran los tres niveles educacionales: preescolar, escolar y superior.
En educación inicial o preescolaridad, Bachelet anunció la incorporación de 90 mil niños y niñas de entre cero a dos años al sistema educacional a través de la habilitación de 4.500 salas cuna gratuitas, así como también 34 mil nuevos cupos para niños de entre tres y cinco años, con 1.200 nuevas salas en jardines infantiles gratuitos. Además, señaló la creación de un sistema de acreditación de salas cuna y jardines.
También propuso "terminar progresivamente con el lucro y el financiamiento compartido en la educación" escolar.
En la educación superior aseguró que el "horizonte es la gratuidad universal" y explicó que la idea es lograr que en cuatro años se cubra la gratuidad de un 70% de los estudiantes de menores ingresos, y "en un máximo de seis años, la gratuidad debería alcanzar a todos los jóvenes chilenos".
A esto se sumaría que un grupo de expertos establecerá el valor de los aranceles de la educación superior, donde las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica "no podrán cobrar aranceles más altos que ese monto", el que podría ser estipulado por carreras, por tipo de universidad o bien por su ubicación; es decir, si son de una región en particular o no.
La reforma contempla a su vez la creación de dos nuevas universidades estatales en la Región del Libertador Bernardo O'Higgins y en Aysén, y la implementación de un nuevo sistema de acreditación que sea autónomo.
Asimismo, Bachelet reconoció que "se requiere cambiar la institucionalidad educativa" y con ello la necesidad de crear una superintendencia.
Frente a los costos de la reforma, Bachelet señaló que estaría entre los 1,5 y 2,0 puntos del PIB, y estableció que necesita ser financiada con ingresos permanentes a través de una reforma tributaria "de verdad".
Con respecto al apoyo que necesitaría en el Parlamento para llevar a cabo la reforma, Bachelet señaló: "Espero que haya la estatura política de darse cuenta de que este es un tema relevante en el futuro de Chile, y que si no nos hacemos cargo de una reforma de esta característica, no vamos a hacernos cargo de los problemas de inequidad".
Reacciones
Los anuncios de la abanderada generaron respuestas en el Gobierno y en el sector educacional.
En el Ejecutivo, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, comentó la propuesta de gratuidad y dijo: "Este gobierno, en tres años, ha logrado avanzar en opciones para la educación y el acceso triplicando el número de becas que se entregaban en el gobierno de la Presidenta Bachelet. Eso es mucho más eficaz, y mucho más les ayuda a las familias, y alivia mucho más la mochila de las deudas que las familias tienen por la educación superior, que prometer ahora educación gratuita a un plazo de 6 años".
Por su parte, los dirigentes estudiantiles Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, y Diego Vela, de la Universidad Católica, se mostraron escépticos ante las medidas y cuestionaron que se puedan efectivamente llevar a cabo.
"Es fácil en un año electoral hacer ofertones, pero eso no necesariamente se condice con lo que después va a ocurrir en un gobierno", dijo Fielbaum, y Vela recordó que en el 2007 Bachelet impulsó proyectos de ley que "aumentaron la segregación y el negociado en la educación". Además, señalaron que las movilizaciones no pararán ante estos anuncios, en caso de que Bachelet sea elegida.
En tanto, el rector de la Universidad de Santiago y vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi, calificó como "realista" la reforma de la candidata, mientras que su par de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez, criticó los anuncios y afirmó que "subir más la gratuidad sobre lo que ya está establecido es empezar a pagar la universidad a gente que no lo necesita". "Cambiar el pago de universidad por un pago de por vida de mayores impuestos no es favorecer a la gente", comentó.
Las propuestas de la candidata entran en áreas en las cuales el Ejecutivo ha presentado proyectos de ley, lo que podría incidir en el trámite legislativo de al menos cinco de las siete iniciativas que conforman la agenda legislativa del Mineduc: las nuevas normas para la apertura de jardines infantiles, el de desmunicipalización, el de subvención a la clase media, el de financiamiento de la educación superior y los cambios al sistema de acreditación.