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Editorial
Viernes 26 de abril de 2013
Disposición de la DC ante los comunistas
La encrucijada que vive esa colectividad surgida en su hora del Partido Conservador y al alero de la Iglesia Católica no puede ser más crítica: si se niega a pactar con los comunistas, corre el riesgo de romper la Concertación y quedarse fuera de un futuro gobierno...
El secretario general de la DC informó hace pocos días que su partido está dispuesto a otorgar las facilidades para que Camila Vallejo reciba una plaza protegida de candidata en el distrito de La Florida. Para ello, la DC se abstendría de presentar candidato y estaría dispuesta a allanar las dificultades para asegurar la elección de la joven comunista. No ha demostrado una disposición tan amplia el Partido Socialista, cuyo cupo es a fin de cuentas el que ha quedado disponible por la candidatura del diputado Carlos Montes al Senado, y su presidente ha dicho que mientras no esté completa la lista de candidatos a los 60 distritos no se puede asegurar que el cupo le haya sido otorgado a los comunistas.
A esto se suma que la DC también se abrió a ceder un cupo a los comunistas en el distrito de Maipú-Estación Central, donde el PC respalda a Camilo Ballesteros, presidente de la Feusach entre 2010 y 2011, miembro de la mesa ejecutiva de la Confech e importante figura en la movilización estudiantil de 2011.
En esta situación se está utilizando el sistema binominal -tan criticado por la Concertación- para asegurar la elección de figuras determinadas. No parecería fácil un acuerdo que incluya a agrupaciones tan disímiles como la DC y el PC para alcanzar un pacto que dé seguridad de la elección de una persona. Pero la DC, al parecer, se ve inclinada en un compromiso semejante, a cambio de nada más allá de un prometido apoyo comunista a ciertos candidatos suyos, pese a que sus ideas no son muy similares a las del PC. Como para que no quedara duda alguna a este último respecto, el propio presidente comunista se encargó de hacer ver que fue él personalmente quien autorizó la operación de emboscada a la comitiva presidencial en 1986, que costó la vida de cinco escoltas del Presidente Pinochet. Esto retrotrae a los años previos al plebiscito, y recuerda cómo la estrategia comunista fue tan discrepante de la de la Concertación. Y aun entregado ya el mando por los militares, el brazo armado del PC continuó empleando todos los medios de lucha, y así fue como resultó asesinado el senador Jaime Guzmán.
Tales discrepancias existieron en el pasado, pero las del presente y las que se esperan para el futuro no son menores. Mientras los comunistas celebran la dictadura de los hermanos Castro en Cuba, la DC acoge los reclamos de la familia Payá y ofrece su hospitalidad a su hija, tras la muerte de su padre. El PC tampoco se interesa por los derechos humanos de los cubanos ni de tantos otros que viven bajo un régimen dictatorial. Y desde luego celebra al Presidente Maduro de Venezuela, y lamenta la muerte del líder de Corea del Norte, todo lo cual, presumiblemente, le parecerá al votante DC como algo demasiado distante de su visión del humanismo cristiano.
Parece difícil hallar un signo más claro de la debilidad del centro político y la izquierdización de la Concertación que la buena disposición de la DC hacia el pacto con el PC. La encrucijada que vive esa colectividad surgida en su hora del Partido Conservador y al alero de la Iglesia Católica no puede ser más crítica: si se niega a pactar con los comunistas, corre el riesgo de romper la Concertación y quedarse fuera de un futuro gobierno; pero si lo hace, puede tener una pérdida de votos hacia la Alianza, como ya ocurrió en la elección de 2010, o bien la abstención en esta oportunidad de numerosos votantes DC.
De allí que una figura democratacristiana representativa, como el diputado Burgos, haya expresado que estima "preocupante que la DC anuncie omisiones en dos de los distritos más grandes del país. Espero que la directiva tome cartas en el asunto". El cuadro en La Florida preocupa también al comando senatorial de Soledad Alvear. "Para la DC el problema es que si no llevamos candidato ahí, la gente podría irse a la derecha", ha dicho sin rodeos el presidente de su comité estratégico. El presidente (s) de la DC, Alberto Undurraga, ha aclarado que "toda la negociación parlamentaria está abierta, y mientras esta no concluya, no hay ningún distrito cerrado".