Equipo Internacional El pánico se apoderó de los atletas y espectadores que ayer se encontraban junto a la línea de meta del Maratón de Boston, cuando dos explosiones remecieron el lugar, precisamente en el momento en que los corredores iban llegando al fin de la carrera.
Al menos tres personas murieron -entre ellas, un menor de ocho años- y un centenar resultaron heridas en las detonaciones, que posteriormente llevaron a reforzar la seguridad en varias ciudades del país, cuando aún se desconoce la autoría o causas que las provocaron.
Diecisiete heridos se encuentran en estado crítico, por lo que la cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas. No hubo reportes de chilenos heridos en las explosiones.
El Presidente Barack Obama prometió investigar a fondo lo que las fuerzas de seguridad tratan como un atentado terrorista coordinado, de origen interior o exterior, aunque sin usar por ahora esa denominación
"Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué," afirmó el Presidente en un breve mensaje a los estadounidenses.
"Descubriremos quién lo hizo, sabremos por qué lo hicieron. Cualquier individuo responsable, cualquier grupo responsable sentirá todo el peso de la justicia," agregó.
Las detonaciones ocurrieron más de cinco horas después del inicio de la carrera, cuando la mayoría de los corredores ya habían completado el recorrido, pero los maratonistas más lentos aún estaban en competencia y decenas de espectadores vitoreaban a los deportistas que cruzaban la meta. Según los organizadores, 4.496 de los 23.326 corredores que comenzaron la salida se detuvieron antes de llegar a la línea de meta, luego que se produjeron los estallidos, según EFE.
Un corredor que había finalizado la prueba, Mike Mitchell, de Canadá, dijo a Reuters que estaba mirando hacia la meta cuando vio una "gran explosión". El humo se elevó hasta unos 15 metros, señaló, y subrayó que la gente comenzó a correr y a gritar.
Zara Bielkus, una espectadora de 30 años, afirmó que las detonaciones se produjeron una tras otra, separadas por apenas unos segundos. "Cuando las escuchamos, todo el mundo se miró y se quedó mudo, y en minutos llegó la policía", añadió.
"Hemos visto a gente a la que les volaron las piernas", relató a la AFP Mark Hagopian, propietario del Hotel Mark, ubicado cerca de la línea de meta del maratón. "Una de ellas no tenía más piernas a la altura de la rodilla, pero vivía", añadió. Medios como The Boston Globe hablaba de 125 heridos.
Las principales cadenas de televisión del país mostraron destrozos en la calle y gradas caídas, ambulancias, carros de bomberos y decenas de autos de la policía, que acordonó el lugar que había quedado lleno de humo tras las explosiones.
El Maratón de Boston admite hasta 27 mil personas inscritas y congrega 500 mil espectadores que se reparten a lo largo de los 42,19 kilómetros de la carrera, pero principalmente cerca de la meta.
Este año, en su 117ª edición, un total de 34 chilenos tenían cupo en la prueba. Al momento de los estallidos, siete de los maratonistas nacionales aún no cruzaban la meta.
Ataque terrorista
El FBI ya investiga el hecho como un ataque terrorista, mientras el comisionado de la Policía de Boston, Ed Davis, dijo que aún no hay sospechosos en custodia, pero que se está interrogando a muchas personas.
El Presidente Obama anunció que se puso en contacto con el director del FBI, Robert Mueller, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, para que "movilicen los recursos necesarios para investigar y responder" a los ataques.
También informó que el gobierno federal reforzaría la seguridad en todo el país "como sea necesario", aunque no indicó si las autoridades consideran que el incidente forma parte de una conspiración mayor.
Al cierre de esta edición, el espacio aéreo de Boston permanecía cerrado, como una medida de precaución. Además, la seguridad fue incrementada en Nueva York y Washington, ciudades que fueron blancos de los ataques cometidos por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001.
El Departamento de Policía de Nueva York informó que intensificaron los resguardos alrededor de lugares emblemáticos de Manhattan, incluyendo sitios cercanos a los hoteles más importantes.
Una media hora después de las explosiones en el maratón, otra detonación se produjo en la Biblioteca y Museo John F. Kennedy en Boston, aunque la policía luego aclaró que se trataba de un incendio.
Según la cadena NBC, la policía habría encontrado "múltiples artefactos explosivos" en la ciudad. Y la agencia Associated Press reportó que los equipos de inteligencia desactivaron dos artefactos.