Señor Director:

La reciente inauguración del radiotelescopio ALMA en la región de Atacama es la culminación de una acertada política de Estado llevada adelante por Chile desde hace casi medio siglo para promover la observación astronómica en el país.

Esta política se inició en 1963 con la suscripción de un convenio entre el Gobierno de Chile y la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO). Por medio de ese acuerdo el Estado de Chile facilitó la llegada de ESO al reconocer su personalidad jurídica de derecho internacional y brindarle un tratamiento equivalente al de la CEPAL. Posteriormente, y mediante las leyes 15.172, 17.182 y 17.318, Chile hizo extensivo el tratamiento de la ESO a cualquiera otra organización que instalara un observatorio astronómico en Chile, siempre que este destinara el 10% del tiempo de observación a astrónomos chilenos.

El exitoso resultado de esta política está a la vista: el Norte Grande de Chile concentra hoy una gran proporción de la observación astronómica mundial y espera la posible llegada de nuevos e importantes proyectos en este ámbito. Confiamos que el Estado de Chile mantendrá esta política proclive a la observación astronómica internacional, facilitando la llegada y concreción de nuevos proyectos en el país.

LAURA NOVOA VÁSQUEZ