Señor Director:

En relación con la carta del ex ministro de Obras Públicas Eduardo Bitran —publicada en este medio el 10 de marzo— acerca del aeropuerto de Santiago Arturo Merino Benítez, llaman la atención sus críticas, pues durante su período como secretario de Estado se debieron proyectar las obras que hoy habrían evitado la congestión que tiene el principal terminal aéreo del país.

En efecto, si el entonces ministro Bitran hubiese escuchado y considerado en algún grado la opinión de expertos en transporte aéreo y terrestre, puentes e infraestructura en general, Chile podría haber mantenido el notable liderazgo que tenía en esas materias.

Hoy nadie discute que la carencia de infraestructura es un freno al desarrollo y crecimiento de las personas y del país. Aeropuertos congestionados y autopistas con crecientes niveles de saturación son —entre otros elementos— reflejo de falta de planificación y decisiones no tomadas, de las que el ex ministro Bitran difícilmente puede sustraerse.

Incomprensible actitud para alguien que contó con la información, recursos y cómodos plazos de ejecución, imponiendo con ello un alto costo a los viajeros, actividades productivas, crecimiento e imagen país.

La buena noticia es que estamos recuperando el tiempo perdido al impulsar decididamente la segunda etapa de ampliación del aeropuerto Merino Benítez con el inicio de la precalificación —y de la licitación durante este año— para este proyecto que nos permitirá proyectar los flujos en el largo plazo.

Gustavo Hasbún
Diputado UDI Pdte. de la Comisión de Transportes de la Cámara