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Viernes 08 de marzo de 2013
Presidente Chávez será embalsamado y sus restos exhibidos en el Museo de la Revolución
En un hecho inédito en la historia de este país, el Vicepresidente Nicolás Maduro anunció que preservarán para el futuro el cuerpo del Mandatario fallecido el martes. Los chavistas siguieron la peregrinación y tendrán siete días más para velarlo...
Como Mao Zedong, como Lenin y como Ho Chi Minh, el futuro de los restos de Hugo Chávez estará literalmente para siempre junto al pueblo. Nicolás Maduro, Vicepresidente venezolano y sucesor del Mandatario fallecido el martes, anunció ayer que Chávez, igual que los líderes chino, soviético y vietnamita, será embalsamado y exhibido en un museo.
"Se ha decidido preparar el cuerpo del comandante Presidente, embalsamarlo, para que quede abierto permanentemente en el Museo de la Revolución", dijo Maduro a los medios estatales al dar a conocer el hecho inédito en la historia del país. "Quedará el cuerpo de nuestro comandante en jefe embalsamado de manera especial para que pueda estar en una urna de cristal, para que el pueblo pueda tenerlo allí por siempre. ¡Por siempre!", exclamó.
Anoche se informó, en tanto, que Maduro será juramentado hoy como Presidente interino hasta las elecciones, que todavía no tienen fecha.
Chávez descansará donde todo comenzó. Los restos del Presidente, fallecido de cáncer a los 58 años, serán llevados al Cuartel de la Montaña, desde donde Chávez lideró el golpe de Estado fallido contra Carlos Andrés Pérez en 1992. Fue el inicio de su carrera pública.
Las masas chavistas continuaron por decenas de miles la peregrinación a la Academia Militar en el Fuerte Tiuna, donde es velado su líder. Desde la tarima de prensa, la marea roja se ve cada vez más grande, compacta y enojada.
Durante la tarde, el ministro Ernesto Villegas dijo que no todo el mundo podría ver a Chávez. Cundió el nerviosismo y empezaron los apretujones: el pueblo huérfano, desconsolado, empoderado como nunca en la historia de Venezuela, quería decir adiós. Para calmar los ánimos, Maduro informó que la capilla ardiente continuará durante siete días más.
En la base militar, en el suroeste de Caracas, durante el segundo día de las exequias presidenciales, impresionaba la devoción de los dos millones de personas que según el gobierno han despedido a Chávez, el caos y los 32 grados de temperatura de este invierno venezolano.
"Disculpe a Venezuela por este desorden, pero no esperábamos que el Presidente falleciera. ¡Por qué Dios nos hace esto!", clama Mercedes Olarte (61) con la mano empuñada y temblorosa, sorprendida pese a las señales de los últimos dos meses que apuntaban a que Chávez padecía un cáncer terminal.
Mercedes lleva puesta una polera roja con una foto de ella junto a Chávez recién excarcelado en 1994. "Yo lo conocí preso, le cociné, le preparé café, siempre creí en él y voy a seguir creyendo", comenta Olarte.
En el interior de la Academia Militar, a solo unos metros que parecen eternos, dentro de un ataúd con la bandera venezolana, el cadáver de Chávez descansa con su típica boina roja, traje verde oliva y corbata negra. Un hombre canoso mira a Chávez, se lleva la mano a los ojos, se le doblan las rodillas y lo auxilia un cadete; luego, una mujer se persigna, una señora se seca los ojos. Chávez se ve sereno, o "dormido", como repiten quienes hicieron la fila de 12 horas, tuvieron sus cinco segundos frente a la urna y pudieron sortear los controles severos.
La seguridad es total. No se permiten cámaras, a los celulares se les saca la batería. Hasta ahora no se han visto fotos del cuerpo del Mandatario.
"El Presidente produce fervor en el pueblo. Vea cómo llega la gente a despedirlo, él se lo merece", dice, casi grita, Graciela Cañas, una dueña de casa de 62 años que estudia Trabajo Social gracias a los programas de educación del gobierno.
Graciela tiene la mirada de alguien que lo ha pasado mal. Baja la cabeza, reflexiona y con la voz quebrada admite que sin Chávez no podría haber cumplido su sueño de ir a la universidad. "Él nos abrió los ojos, nos mostró que por décadas la oligarquía se robó el país. Tenemos que ser fuertes y seguir con la revolución", dice Cañas, repitiendo calcado el discurso de reivindicación social que impulsó Chávez desde que llegó al poder en 1999.
Nace el culto
Cuando estaba vivo, Chávez ya era idolatrado por sus seguidores. Ahora muerto, ha explotado un verdadero culto a su imagen y a su legado. Las demostraciones en todo el país lo comprueban.
"El liderazgo carismático de Chávez acudió a símbolos muy importantes con dimensiones de fe religiosa e histórica", explica Carlos Correa, experto en comunicación y director de la ONG Espacio Público.
Correa destaca el acercamiento y apropiación que en todo su gobierno hizo Chávez de Simón Bolívar, el padre libertador de la patria. El líder fallecido intentó hacer una sinonimia de su vida con la del prócer venezolano, que seguramente desde ahora será alentada desde el gobierno.
De hecho, se especuló mucho que Chávez sería sepultado en el Panteón Nacional, una iglesia decimonónica a la que el Presidente añadió un gigantesco edificio de hierro y cerámica, sin ventanas y con forma de vela de barco, en donde están enterrados los restos de Bolívar.
La posibilidad quedó descartada luego que Maduro anunciara que Chávez sería embalsamado. Además, la Constitución dice que, para que alguien sea sepultado ahí, tienen que transcurrir 25 años desde su muerte. "Nosotros pedimos una reforma constitucional para que nuestro Presidente descanse aquí, donde tiene que estar", opina Daniel Batista, un comerciante de 50 años que pasa frente al Panteón, al norte de Caracas.
Carlos Correa agrega que Chávez aprovechó con mucha fuerza la dimensión simbólica del mundo religioso cristiano, como cuando besaba el crucifijo, y cuando rezaba y pedía vida luego que le diagnosticaran cáncer.
"Esa relación del pueblo con un Presidente carismático a quien se acude cuando hay necesidad, y que tiene una comunicación afectuosa, ha avanzado a esta dimensión de veneración casi religiosa", señala Correa. "Esta relación de culto ya empezó a ser estimulada desde el gobierno, con este anuncio de que lo van a embalsamar. Una liturgia que tiene que ver más con el mundo religioso que con una expresión de una sociedad laica, que frente a lo público tiene relaciones más racionales que mágicas", añade.
Son los excluidos de boina roja que se vieron representados en el militar que prometió darles voz, y que anoche no aflojaban y continuaban haciendo fila en el Fuerte Tiuna. En el lugar, eran recibidos por once estatuas de próceres venezolanos situados sobre dos pedestales de unos siete metros de alto por 15 de ancho.
A los pies de las esculturas, se leen apellidos ilustres como Miranda, Sucre, Urdaneta y, el principal: Bolívar, hasta ahora el santo patrono excluyente e indiscutido. ¿Se les unirá otro pronto, como pide la masa chavista?