Durante hoy día y mañana tienen que estar pegados a las noticias y a los programas especiales sobre el Oscar y la nominación de la película "No".
Muy atentos a las opiniones certeras de Joaquín Lavín o a las concisas de Jovino Novoa y escuche los parabienes y buenos deseos, porque no puede ser de otra manera, cuando Chile está primero, no hay Plebiscito que valga: vade retro con el Sí y adelante con el No.
En esas respuestas y en esas enormes actuaciones, hay experiencia, tablas y autocontrol, aunque hierva la acidez, se estruje el colon y se irriten las pupilas.
Observe al director de izquierda que hace películas que nadie va a ver y se conforma con alguna pasantía en Cuba y premios compartidos en Huelva o Cartagena.
El feo y chascón manifiesta sinceramente que lo único que quiere es que el Oscar a la Mejor Película Extranjera se lo lleve Pablo Larraín Matte y su hermano Juan de Dios Larraín Matte.
Lo del director es una notable interpretación, porque traga saliva, muerde labio, domina emociones y doma los deseos básicos.
Para entender lo que es histrionismo y representación, esté atento a las declaraciones de los longevos diputados Alberto Cardemil e Iván Moreira, que con sonrisa congelada, dientes fríos y patriotismo robótico y lozano, no pueden sino desear suerte y alegrarse como buenos chilenos, porque ahora es Hollywood el que está primero.
No se pierda al intelectual de juicio crítico, una persona progresista y rompedor de esquemas, que al ser interrogado por "No", está obligado a rogar porque ganen los Larraín Matte y la voz no le tiembla, aunque el estómago se le aprieta y el esternón le patalea. Hasta sonríe y nos deja con un ademán elegante, se da media vuelta y se manda a cambiar.
Aprenda lo que es contención, con esos buenos deseos que envían un par de guionistas amargados y resentidos.
Descubra el método Stanislavsky, con esas actrices que siempre han despreciado al ABC1 y ahora tienen que batir palmas y bailar lo que nunca les ha gustado: la cueca, baile nacional.
Vea en vivo y en directo la anulación de la lucha de clases, cuando los miembros del colectivo actoral Periferia Now, apoyan sin dudas al director de "No".
Compruebe el manto de cuidados y precaución que inunda al medio local, tan desprovisto de envidia e inflamado de buena onda por los hermanos Lumiere Matte, presente, ahora y siempre.
A lo mejor pueden ver la conversación con algún escritor local, porque la película se basa en una obra de Antonio Skármeta, mi amigo, que con dos novelas ganó el premio Planeta y el Planeta-Casa de las Américas: 743 mil euros en total.
Una pregunta al azar: ¿Debería ganar el Premio Nacional de Literatura el 2014?
A ver lo que responde el autor local y contemplen esa cara de hígado o carie y esas muecas torcidas, para decir que sí, que lo merece con creces.
Los chilenos que quieran internarse en las nociones de la actuación, no deben perderse nada y nunca olvidar lo que dijo William Shakesperare: el mundo es un escenario.