Señor Director:
Este año he sido atacado dos veces por perros callejeros, afortunadamente sin consecuencias serias.
El problema de los
perros vagos, con su secuelas de suciedad, enfermedades infecciosas y ataques -a veces mortales- a las personas provoca estupor entre nativos y turistas por la pasividad y desidia de nuestras autoridades. Hay verdadero pánico a expresar opiniones que no sean políticamente correctas y que puedan afectar al capital electoral de las diferentes corrientes políticas.
Mi mujer y yo somos amantes de los perros (dormimos con nuestra perra) y como no soy candidato a nada, me siento en libertad para expresarme y proponer con mucha humildad algunas ideas al respecto. Propongo que todas la municipalidades mantengan a su costo recintos de acogida para los perros callejeros; en ellos deberían implementarse a lo menos tres programas básicos: 1) Esterilización generalizada de hembras fértiles; 2) Vacunación, desparasitación y tratamiento de animales enfermos que posteriormente podrían ser entregados en adopción a verdaderos interesados; 3) Sacrificios calificados por una comisión idónea de enfermos graves, perros muy ancianos o mutilados, y aquellos que por su agresividad manifiesta constituyen un peligro para la comunidad.
Está comprobado que la llamada "tenencia responsable de mascotas", en estos casos no es suficiente para enfrentar este grave problema de salud pública, que vemos cómo año a año tiende a acentuarse frente a la pasividad o indiferencia de los que deberían tomar cartas en el asunto. Sé que estas ideas provocarán polémica y es bueno que así sea.
Horacio Álvarez MaturanaMédico Veterinario