El mundo está loco
Esta es una gran comedia y el dato fundamental, quizás, es que todo el reparto padece algún trastorno o enfermedad.
La diferencia es que ciertos males son notorios y tienen descripción médica y receta. Otros se disuelven en la vida social. Algunos son parte de las costumbres y parecen otra cosa. Y existen los ciudadanos que no saben lo enfermos que están.
La pareja de protagonistas sufren el estigma, especialmente el profesor Pat Solatano (Bradley Cooper), con un diagnóstico de bipolaridad, que lo tuvo recluido en una institución mental. Ingresó al hospital el día que enloqueció, porque dos personas sanas y que siguen en la pedagogía, lo engañaron. Él no tuvo fuerzas para resistirlo y explotó.
Una vecina del barrio, Tiffany (Jennifer Lawrence), viuda de un policía, está en la categoría desvalida, porque justamente perdió las defensas. Quedó en soledad y desamparo, y los que han podido se han aprovechado de ella: hombres, mujeres, oficina, escuadrón. Y lo siguen intentando.
Ellos son las víctimas inocentes de una sociedad donde se comparten distintos niveles de desequilibrio, sólo que algunos están catalogados en el casillero de la enfermedad y los otros hacen vida normal y corriente.
Pat y Tiffany son seres emocionalmente desvalidos a los que les cuesta soportar un recuerdo o la letra de una canción. Los diálogos entre ambos, por su ingenuidad e inocencia, son los de esos buenos salvajes sin los medios para sobrevivir en sociedad y por eso se enferman, porque carecen de los recursos habituales: cinismo, engaño, disimulo y dobleces.
"El lado bueno de las cosas" lleva este supuesto hasta las últimas consecuencias y los personajes secundarios son un divertido insectario, donde cada uno de ellos, aunque tenga un par de frases y aparezca en pocas secuencias, le dan coherencia y sentido a la historia.
El personaje de Ronnie (John Ortiz), amigo del protagonista, se considera feliz en su matrimonio, pero para soportarlo se educa con golpes, porque nadie le ha descubierto la neurosis, angustia y desesperación.
El padre de Pat (Robert de Niro) vive repleto de cábalas y obsesiones, pero tiene explicación social: es un fanático del fútbol americano que administra apuestas caseras, sufre con las Águilas de Filadelfia y no va al estadio porque tiene prohibido el ingreso.
Desde un viejo y miserable apostador que ronda el hogar de los Solatano, hasta un policía que intenta invitar a Tiffany. Desde Dolores (Jacki Weaver), la silenciosa y doliente madre de Pat, hasta el doctor Patten (Anupam Kher), un sereno siquiatra de origen indio y un inmigrante en proceso de transformación y sobreadaptación.
"El lado bueno de las cosas", que cuenta con 8 nominaciones al Oscar, es una película sin desperdicio, con un guión formidable y una gama de personajes rica, humana y delirante.
"Silver Linings Playbook". EE.UU., 2012. Director: David O. Russell. Con: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert de Niro. 122 minutos. T.E.